Este pan salado tiene su origen en el continente europeo. Sin embargo, su sabor, versatilidad y dominio de preparación, no tardaron en conquistar a Estados Unidos. El bagel es una pieza de pan crujiente por fuera y suave por dentro. Su popularidad dentro de la gastronomía estadounidense tiene que ver con diversos factores que analizaremos en esta nota. Conoce sobre su anatomía y cómo suele prepararse al autentico estilo americano.
Por: Desiree Perea
Este es el origen real del bagel
El bagel es un pan con forma de anillo grueso. De textura densa que ha conquistado paladares alrededor del mundo. El proceso de preparación es todo un ritual, que no todos pueden presumir la suerte de dominarlo. Requiere de dos métodos de cocción para lograr la textura que los caracteriza. La historia más popular sobre su origen tiene lugar en Polonia.
Las historias revelan que el bagel fue el alimento que se preparó para celebrar la victoria del rey Juan III Sobieski. Habría salido victorioso del enfrentamiento con los turcos otomanos en la batalla de Viena de 1683. La forma inicial no era un circulo regular, pues buscaba simular un estribo. Esto debido al papel fundamental que jugó la caballería durante la lucha. Con el paso del tiempo, se le dió una forma completamente circular. Hasta la presentación que conocemos hoy en día.
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Sin embargo, los judíos también presumen al bagel como creación propia. Pues se dice que en Cracovia, la comunidad ya preparaba este clásico pan salado para celebrar el término del Sabath. Los ingredientes básicos para su preparación constan de harina de trigo, levadura, agua y sal. La activación de la levadura puede considerarse como el paso más complicado dentro de la receta.
Es un pan que sin duda requiere de paciencia y fuerza de los brazos. Suele ser una masa pesada que requiere de amasado intenso. Una vez que se forman una especie de donas, primero deben cocerse en agua hirviendo por un par de minutos. Posteriormente, el bagel perfecto obtiene un color dorado y textura crujiente al terminar su cocción en horno de piedra preferiblemente.
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Una preparación que tiene lugar dentro de la comida callejera neoyorquina
Si bien ya conoces el origen de este pan, debes saber que aunque no se olvida dentro del territorio europeo, Estados Unidos ya lo adoptó como propio. La cultura del bagel específicamente en la ciudad de Nueva York es toda una experiencia gastronómica imperdible. Pues aquí no es visto como un acompañante, sino como el protagonista de los desayunos. Llegó a territorio americano durante la Segunda Guerra Mundial. Y apartar de aquí, no hubo marcha atrás.
Se ha encontrado en el bagel, una alternativa del pan de caja realmente apreciada. Sobretodo porque tiene un tamaño más grande. Además de que puede rellenarse con ingredientes tanto dulces, como salados. Actualmente, en esta parte de Estados Unidos podemos encontrar un sinfín de establecimientos que ofrecen este pan recién horneado. Y no hay duda de que se ha ganado los corazones de locales y turistas.
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Prueba de ello son las largas filas que se hacen afuera de las tiendas. Donde puedes llevar piezas sencilla o preparadas para conformar un desayuno llenador. El bagel sin duda ha llegado para quedarse en el continente americano. Algunas de las combinaciones favoritas son queso crema con salmón ahumado y alcaparras, el clásico breakfast sándwich que incluye huevo frito, salchicha o tocino y queso amarillo.
Las versiones dulces no se quedan atrás, con mermeladas, queso crema, frutos frescos, entre otros. El bagel es un pan versátil, delicioso y con una historia muy interesante. Sin duda un viajero que ha encontrado lugar en la cocina internacional sin problema alguno. Es un alimento perfecto para cualquier momento del día y se puede disfrutar de muchas maneras. Solo o relleno, prueba ambas versiones y encuentra tu receta favorita.
