Esta bebida va más allá de ser un simple destilado; se trata de una expresión líquida de la cultura, la tradición y el espíritu del pueblo mexicano. Con una historia que se remonta a tiempos prehispánicos, el mezcal ha evolucionado de ser una bebida ritual hasta convertirse en un tesoro gastronómico reconocido en todo el globo.
La palabra “mezcal” proviene del náhuatl “mexcalli”, que significa “agave cocido”. Este nombre refleja el proceso tradicional de elaboración, donde los corazones del agave se cuecen en hornos subterráneos antes de ser fermentados y destilados.
Un proceso de elaboración lleno de arte y tradición
La producción del mezcal es un arte que se ha transmitido de generación en generación. Cada paso del proceso está impregnado de tradición y está fuertemente ligado a la naturaleza, lo cual ha hecho que se le atribuyan diversas propiedades medicinales.
La simple selección y cosecha del agave es un paso que requiere de conocimiento, amor, tiempo y paciencia, pues cada planta tarda entre 7 y 12 años en madurar y estar lista para cocerse en los tradicionales hornos de tierra.
La fermentación se lleva a cabo en tinas de madera y la destilación en alambiques de cobre o barro, lo cual hace que todo el proceso sea natural y que la bebida adquiera su característico sabor y textura.
Una de las características más fascinantes del mezcal es su diversidad. Existen más de 30 especies de agave utilizadas en su producción, cada una aportando su propio perfil de sabor. Además, el territorio juega un papel crucial: el clima, el suelo y las técnicas locales de cada región productora imprimen su huella única.
El mezcal es más que un simple destilado
Históricamente, al mezcal se le han atribuido numerosas propiedades curativas, las cuales van más allá de los conocimientos de la naturaleza y la medicina, pues también la parte espiritual cobra fuerza con esta bebida.
Se sabe, más o menos a ciencia cierta, que el agave cuenta con propiedades antibacterianas, antioxidantes y antiinflamatorias. Además, es bien conocido que el mezcal resulta ser un excelente digestivo natural, siendo ideal para disfrutarse después de la comida.
Por otro lado, aunque no es una propiedad exclusiva de esta bebida, el efecto relajante que causa es innegable, ayudando a liberar tensiones y disminuir el estrés.
Un acercamiento a la tradición en CDMX
Para todas las personas que deseen experimentar el sabor, la tradición y la cultura de esta bebida, acompañada además de uno de los platillos más deliciosos y representativos de México, Origin Explorers ofrece una de las experiencias más disfrutables con Mezcal y Mole.
A través de 7 mezcales tradicionales cuidadosamente seleccionados y maridados con 7 moles de Oaxaca, y mediante la guía de un sommelier certificado, los asistentes podrán disfrutar de la tradición mexicana mientras aprenden sobre las técnicas de producción y los distintos tipos de agave. Además, la deliciosa mezcla que se crea con la degustación del mole tradicional es única y se guarda para toda la vida.
Esta impresionante experiencia llena de sabores puede disfrutarse en Querétaro 33, Roma Norte, dentro de la Ciudad de México. Y si quieres conocer más sobre este viaje imperdible, puedes acceder al sitio web: originexplorers.com/mezcal-y-mole.
Texto por: Eduardo Espejo