Por: Paulina Salgado
El típico calzón rojo, la bolsa con lentejas o correr con las maletas son rituales que suelen acompañar el 31 de diciembre, pero ninguno se ha hecho tan indispensable como las uvas de Año Nuevo.
Esta tradición se originó en España y de acuerdo con información del Instituto Gastronómico Aspic, se popularizó en el año de 1909 cuando los agricultores de Alicante tuvieron un excedente de uva blanca y comenzaron a ofrecerlas como sinónimo de buena suerte para el siguiente año. Desde entonces las uvas se volvieron muy populares durante esas fechas.
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Actualmente las uvas de Aledo son las que más se consumen, ya que tienen un sabor más dulce y una piel más delgada. Se ponen 12 uvas en cada plato porque representan los 12 meses del año: doce meses del año con buena suerte y mucha prosperidad.
La idea es comer una uva por cada campanada y se dice que si logras comerlas antes de la última campanada tendrás buena suerte los próximos 365 días.
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Curiosidades de la uva
- Es rica en fibra, potasio, calcio, fósforo y vitaminas A y B.
- Ayuda a mantener una piel tersa y suave gracias a sus altos niveles de antioxidantes.
- Las uvas verdes permiten mantener la salud de los huesos por más tiempo y en perfecto estado gracias a las vitamina K y vitamina B1 que contienen.
- Según el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Uva del Vinalopó durante la cena de Fin de año se comen más de 2 millones de kilos de uva de Aledo.