Después del azafrán, la vainilla es la segunda especia más cara del mundo, por los años que demora en florecer y su cultivo complejo, llegando a costar hasta 14 mil pesos el kilo.
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Su valor en el mercado, la convierte en el blanco de ladrones, lo que pone en riesgo a campesinos y comerciantes, principalmente de Chiapas, Oaxaca, San Luis Potosí y Veracruz, y a esta especia en peligro de extinción.
Conforme Milenio Noticias, debido a la inseguridad que ha llegado a cobrar vidas, campesinos han detenido sus cosechas, hasta que el gobierno tome cartas en el asunto y aplique sanciones más severas pues, de acuerdo con ese mismo medio, la multa por robo de vainilla es de solo 20 pesos.
Por su parte, Juan Carlos Guzmán Salas, profesor investigador de la Universidad de Chapingo dijo a Plumas Atómicas que aproximadamente el 80% de los productores de vainilla han sufrido robos con armas.
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La vainilla se cultiva desde la época prehispánica en zonas húmedas y calurosas de México, por grupos étnicos, como los totonacas y los aztecas.
Tras la Conquista, Hernán Cortés se enamoró de esta especia y la llevó a Europa. Actualmente, uno de los principales productores de vainilla es Madagascar, donde también se registra la problemática de robos, conforme la BBC.