Giovanni Laposse, el auténtico creador del Garibaldi, fue un italiano nacido en Corio, en el año 1879, confitero, especialista en dulces, chocolates y pastelería, quien a sus 21 años llegó a México para trabajar en el salón de té llamado El Globo. Abandonó el país por motivos de la Revolución Mexicana, pero más tarde regresó para reabrir El Globo y crear el maravilloso pan con “chochitos”, mejor conocido como Garibaldi.
Por: Marcela Díaz A.
Laposse, trajo consigo su gusto por la cocina y los ingredientes italianos. Conforme anécdotas familiares, fue entre 1946 y 1948, que preparó un panqué muy suave, pero que no era esponjoso, en el que predominaban los sabores de la leche, una buena mantequilla y un ligero toque de vainilla, cubierto de mermelada de chabacano y espolvoreado de gragea. En panadero decidió llamar a este pan en honor al militar y político italiano Giusseppe Garibaldi, a quien admiraba mucho.
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Alberto Laposse, su nieto, dijo en entrevista con este medio que¨el Garibaldi no es muy complicado (de elaborar), lo que sí es que no se debería de modificar (su receta original).”
Si por algo se distingue la familia Laposse es por la calidad, el cariño y la dedicación que impregnan a todo lo que hacen o crean. Hoy en día podemos encontrar su legado en las panaderías Panio, que mezclan la cultura francoitaliana.
El heredero del talento para la panadería, Alberto Laposse, asegura conservar la receta original del pan Garibaldi, escrita por su abuelo, a quien casi no conoció, pues falleció cuando él era un niño. Sin embargo, recuerda que los trabajadores de Giusseppe se encargaron de contarle historias y de enseñarle cómo se hacían las cosas en la panadería, prácticas que siguen aplicándose.