Es casi un hecho que nadie que haya probado el tocino ha podido escapar de su encanto ¡Todos lo adoramos! Sin embargo, en el afán de llevar una vida más sana, lejos de grasas saturadas y complicaciones en nuestra salud, limitamos el consumo de ciertos alimentos considerados pecaminosos.
Es momento de dejar de temerle al tocino y disfrutarlo con todo y sus calorías; o bien, conocer las variantes en las que podemos encontrarlo, para seguir teniendo su sabor glorioso, con un desenlace menos pesado que el otro.
Tocino de jabalí
Prácticamente, el jabalí es un primo del cerdo. Aún así, su carne es considerada magra y una de las ventajas que presenta consiste en que su tamaño no disminuye mucho al cocerla.
Tocino de pato
Además de tratarse de un tocino menos grasoso que el de cerdo, es más jugoso y menos salado. Se le puede encontrar como jamón de pato pero definitivamente, su consistencia es más cercana a la del tocino.
Platillos con tocino que no te imaginabas
Tocino de res
El también llamado Schmacon contiene menos sodio, grasa y calorías que el tocino tradicional, además de que también viene ahumado.
Tocino de champiñones
Si bien es cierto que un tocino sin carne no es estrictamente tocino, los vegetarianos también tienen derecho a este sabor. Hecho a base de hongos que se marinan y ponen a ahumar, este tipo de tocino puede conseguirse en tiendas de productos orgánicos y vegetarianos.
Tocino de tempeh
Esta es otra versión de tocino par vegetarianos, con la diferencia de que su elaboración parte de soya fermentada.
Ni comer tocino está mal, ni comer lechuga está bien