Foto cortesía de Adria Marina.
A todos nos gusta comer, pero no todos sabemos lo que hay detrás de cada plato que llega a nuestras mesas. ¿Te has preguntado cómo es la vida de las y los chefs, así como los momentos felices y los retos que implica trabajar en una cocina?
Acá te contamos un poco de eso, de viva voz de nuestros talentos mexicanos:
Diana López del Río
Restaurante Mux, CDMX
Lo que más me gusta de mi profesión, y lo que más he aprendido en ella, es que he mejorado como persona y tengo una forma distinta de ver la vida desde que conecté con eso. En algún punto dejé de pensar en ser la mejor y en vez de eso me dediqué a vivirlo, disfrutarlo y hacerlo cada vez más parte de mí.
Con el tiempo he dejado de verlo tanto como una profesión, veo mi trabajo como mi vida.
Ahora bien, los retos a los que me he enfrentado son cuestionarme las etiquetas, el reconocimiento que para muchos es tan importante y a veces la realidad que nadie puede negar: despersonalizar un poco todo.
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Por otro lado, creo que la alimentación tiene otra forma de ser llevada ahora que hay tantos restaurantes, propuestas y estilos de vida. Ahora la alimentación tiene un vínculo con el desarrollo personal, la identidad y un manejo de emociones. Eso actualmente me ha fascinado, porque eso está ligado con otros temas. El reto, creo, es desarrollar un criterio y una cocina más honesta y más sencilla, así como dejar una semillita en quienes la consumen.
Adria Marina
Georgina, Don Ramen, Azarosa Café
Lo mejor de esto es siempre convivir con los demás. En vez de estar en una oficina, en donde siempre tienes que estar enfocado en una computadora, nosotros nos dedicamos a atender y crear una experiencia, así como hacer felices a nuestros clientes.
Como dueña de restaurantes, lo que más me interesa es que los comensales se vayan contentos y con una experiencia en la memoria, dirigida y diseñada con nosotros.
En la contraparte, lo difícil es cuando viajas por querer exponer tu cocina y hacer publicidad de mi estado, promocionarlo, y de pronto te quedas sin tiempo para estar con tu gente, tu familia o tu pareja, para crear una verdadera rutina. Nuestras convivencias sí dependen, en ese caso, de nuestras agendas.
Héctor Gil Mejía
Candelilla 16, CDMX
Para mí, la cocina es un acto de amor; es entregarte a los demás sin máscaras. También simboliza la capacidad de poder crear arte comestible; entregarlo y despertar emociones en otros es algo que no se puede sustituir.
Creo que la creatividad es mi pasión y esta profesión me permite reinventarme todo el tiempo. Por otra parte, amo de la cocina que te hace humilde, aterrizado y objetivo. No haces nada sin un equipo, sin personas que están dispuestas a luchar a tu lado y que crean en la misma locura que tú.
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Por otra parte, la cocina es celosa y posesiva. Es complicado lograr un equilibrio de vida y es posible que tus seres queridos no lo comprendan. Es un mundo en donde se anhela la perfección y no se puede conformarse con lo logrado. Mientras más consigues más retos buscas, y más si eres emprendedor.
En mi caso es difícil también mostrar tu mejor cara en cada experiencia. A veces no estás al 100 emocionalmente, pero mi personaje siempre está apasionado, emocionado y contento de recibir a todos en Candelilla. Manejar esa consistencia a nivel emocional es complicado.
Alexis Ayala
Tacos Los Alexis, CDMX
Creo que lo más difícil en la cocina es que nadie, ni nada, te prepara previamente para ese mundo. Mi primer impacto de cocina real –porque mi sueño hace 10 años sobre ser chef, era muy glamuroso, como de TV– fue entrar en un rigor, disciplina y desgaste emocional y físico constante.
También tenemos que sacrificar muchos eventos y salidas, porque trabajamos mientras los demás descansan. Obvio, pasan los años y te acostumbras, se vuelve normal.
La parte bonita es que mi trabajo me ha permitido conocer muchos lugares alrededor del mundo y mucha gente increíble de todos los ámbitos, que nunca pensé que conocería.
Para mí la cocina es magia; cocinas con tus sentimientos y pensamientos a otras personas y esa es una forma de arte única. Para mí esto es lo más bello de mi trabajo.