Los vinos blancos no solo son para acompañar con ensaladas o mariscos en la playa; disfrútalos durante estos días de lluvia con estas recomendaciones
Por alguna razón en México los vinos blancos gozan de poca popularidad, aunque empiezan a valorarse como opciones refrescantes para las vacaciones en la playa o las tardes calurosas. Y sí, son perfectos para esas ocasiones por su rica acidez y sus aromas frutales, pero, ¿qué tal un blanco para las tardes frías de otoño?
Por: Andrea Vázquez Azpíroz
Un caldo con paso por barrica puede ofrecernos todo lo que buscamos en una reconfortante bebida otoñal. Porque, sí, los vinos blancos también pueden pasar por barrica. No es una práctica muy común en México, pero sí lo es en Francia o en Estados Unidos, y definitivamente hay etiquetas mexicanas perfectas para darnos cobijo y combinar con los tonos ocres de la temporada.
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La barrica en un vino se usa por distintos fines. Hace muchos años se utilizaba porque no existían las botellas, entonces el fermentado se resguardaba en barricas. Ahora es un paso en el proceso de vinificación que se hace para darle complejidad a la bebida final; la barrica aporta aromas como caramelo, vainilla, coco, canela o notas ahumadas. Además ayuda a un proceso que se llama micro
oxigenación: los poros de la madera dejan entrar un poco de oxígeno, a penas la cantidad justa para que el vino se haga más suave y menos astringente.
Finalmente, las barricas crean el ambiente necesario para ciertas reacciones metabólicas que tienen que suceder durante el proceso de elaboración del fermentado, como la fermentación maloláctica, la responsable de esas notas tan agradables a lácteos en nuestros vinos.
Ahora, es importante puntualizar que un vino con paso por barrica no necesariamente es mejor que uno sin barrica; simplemente son estilos diferentes y para ocasiones de consumo distintas; los blancos playeros, jóvenes y sin paso por madera, también son una delicia y hay gran mérito técnico en su elaboración.
El resultado final de un vino blanco con paso por barrica será un líquido de color más dorado y, en nariz, encontraremos aromas deliciosos a mantequilla, caramelo, vainilla y pan tostado: la bebida perfecta para acompañar con palomitas y una tarde de Netflix.
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Aquí algunas opciones de vinos mexicanos con paso por barrica que puedes encontrar fácilmente:
Este Chardonnay tiene un paso de seis meses por barrica. Sus aromas son mu intensos a fruta madura como manzana y chabacano, pero también a frutos secos y mantequilla clarificada. Pruébalo con un pay de nuez, un buen queso de cabra o, ¿por qué no? unas palomitas con mantequilla.
Este Chardonnay con siete meses de barrica francesa huele a flores, anís, frutos tropicales y pan tostado. Pruébalo con unos tacos de pescado o con unos reconfortantes dedos de queso.
Este blanco con un 50% de Sauvignon Blanc y un 50% de Chenin Blanc, añejado 12 meses en barrica, tiene aromas a piña, chabacano, durazno, pérsimo, ciruela, pera y nísperos, cobijados con una elegante nota a mantequilla. Pruébalo con tus ostras favoritas o con un postre de helados de leche.