El té de laurel tiene diversos usos, desde ser una planta medicinal muy conocida hasta tener aplicaciones en la gastronomía debido a su sabor fuerte y amargo, que contrasta con su fragancia y aroma. Hoy te contamos sobre el té de laurel, para qué sirve y cómo puedes preparar esta deliciosa bebida en casa.
Por Mariana Frias
El laurel, cuyo nombre científico es Laurus nobilis, tiene su origen en la zona mediterránea. Existen diversas especies. Entre las más comunes se encuentran la turca, que cuenta con hojas de forma ovalada, y la californiana, con hojas más largas y estrechas. Sin embargo, el laurel agrupa a más de 25 mil especies distribuidas en todo el mundo. Las hojas de laurel tienen diversos usos.
En el ámbito gastronómico, se suelen añadir a platillos líquidos como caldos y salsas, generalmente a base de tomate. Resulta un excelente condimento para carnes rojas como cerdo, ternera o cordero, tanto en estofados como en asados, así como para carne de caza, pescados azules y legumbres, reforzando su sabor.
Además, se complementa bien con frutas como la manzana o pera, así como con verduras y arroces. En su forma fresca, se puede utilizar para marinar, conservar en vinagre, aromatizar encurtidos, aceites o para preparar tónicos mezclándolo con vino caliente.
Para que sirve el té de laurel
Por otro lado, el laurel también es una planta medicinal que beneficia en diversos padecimientos, los cuales te explicamos a continuación. Esta planta es conocida por su capacidad para ayudar al sistema digestivo, ya que estimula el apetito, las secreciones digestivas y los movimientos intestinales.
Facilita la digestión, mejora y previene la acidez estomacal y los espasmos intestinales, así como alivia las molestias ocasionadas por gases y eructos. Además, el laurel disminuye la inflamación en el hígado y proporciona alivio en caso de cólicos menstruales.
Las hojas de esta planta cuentan con minerales como potasio y magnesio, así como vitaminas B6, B9 y C. Además, poseen propiedades diuréticas, antifúngicas, antirreumáticas, antiinflamatorias, digestivas, estimulantes, antioxidantes y expectorantes.
Esta planta es especialmente beneficiosa para el sistema respiratorio y se considera un buen remedio para el dolor de cabeza, así como para reducir el estrés y la ansiedad. También ayuda a disminuir el dolor ocasionado por el reumatismo, regula los niveles de azúcar en la sangre y actúa como coadyuvante en el tratamiento de infecciones en la piel.
Efectos secundarios del té de laurel
Sin embargo, es importante recordar que, si se consume en exceso, el laurel puede tener ciertos efectos secundarios. Entre ellos, la somnolencia, ya que la planta posee un efecto calmante que puede desacelerar el sistema nervioso.
Además, su consumo excesivo puede provocar vómitos y náuseas, por lo que se recomienda precaución, especialmente en personas que padecen úlceras o gastritis. En casos de adquirir aceite esencial, se ha observado que puede causar dermatitis de contacto severa en algunas personas susceptibles, lo cual se ha relacionado con su contenido en lactonas sesquiterpénicas.
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Debido a su gran capacidad para controlar los niveles de azúcar, el consumo excesivo de laurel puede disminuir significativamente los niveles de azúcar en la sangre, provocando hipoglucemia. Por esta razón, es crucial consultar a un profesional antes de integrar este té a tu dieta, para que te guíen en las cantidades adecuadas para su ingesta.
Tips para hacerlo bien
La realidad es que preparar el té de laurel es muy sencillo. Principalmente, necesitas hervir agua y agregar de 3 a 4 hojas de laurel en ella. Deja que hierva a fuego lento durante aproximadamente 10 minutos. Luego, puedes colarlo al momento de servirlo y disfrutarlo.
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Si lo prefieres, puedes endulzar tu té de laurel. Pero una opción más saludable sería agregar una cucharada de miel natural. Ahora que conoces más sobre el té de laurel, sus beneficios y cómo prepararlo, cuéntanos cómo te sirvió y qué tal te quedó.
