Una bebida transparente que deja claro el poder del minimalismo. Dentro de la coctelería actual, se esperan tragos con gran espectáculo y una paleta de colores atractiva. Sin embargo, los tragos clásicos comprueban que estos elementos no son vitales para servir una buena bebida. Esta vez, te contamos sobre las historias que encapsulan el origen del martini, así como la conformación clásica de este cóctel.
Por: Desiree Perea
La evolución del martini
La popularidad y conocimiento de este cóctel a nivel mundial es innegable. El martini es un coctel claro que se sirve frío. Al ser uno de los primero tragos descubiertos dentro de la coctelería, se encuentran ciertas diferencias con relación a su origen. Son dos historias las que marcan la preparación por primera vez de esta receta y tienen lugar en Estados Unidos.
La primer versión se presentó en un condado de California conocido como Martinez. Aquí, durante principio del siglo 19, se definió la ‘fiebre del oro‘. Un minero afortunado encontró en esta región una mina que lo haría olvidar cualquier problema relacionado con el dinero. Como lugar de celebración encontró un bar cercano donde al no encontrar champagne, pidió al bartender una alternativa para festejar.
De esta manera, fusionaría un poco de ginebra, vermut, licor de marrasquino y un poco de limón. A esta nueva creación la llamaron ‘The Martinez Especial’. Sin embargo, esta no es única historia que se conoce, la ciudad de San Francisco también se presume como el lugar donde el martini se preparó por primera vez.
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Sin embargo, debes conocer que actualmente no existe una versión única del martini. Los expertos en mixología se han encargado de presentar nuevas propuesta que siguen atrapando a los paladares. Una de las versiones más conocidas es el ‘Vesper martini’, que puede agradecer su popularidad a la saga de Agente 007. La orden de James Bond es sencilla pero difícil de comprender: mezclado, pero no agitado.
La forma de preparar no es la única diferencia entre el martini tradicional y el favorito del agente. De hecho, incluye además de ginebra. vodka y un poco de vino perfumado de origen francés. De igual manera se conoce el ‘dirty martini’, al cual se le agrega un poco del líquido donde se conservan las aceitunas, lo de le da una apariencia opaca.
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Anatomía de un clásico
Detrás de la preparación del martini, existen ciertas reglas que deben seguir para obtener el mejor sabor. En primer lugar, si bien es conocido como un coctel frío, una vez que se sirve no se deben incluir hielos, pues estos sólo generan que se obtenga una consistencia aguada. Para evitar el uso de hielos, lo mejor es dejar la copa en el congelador por al menos 10 minutos, mientras se mezclan los líquidos.
Para la receta tradicional, únicamente se requiere vermut seco y ginebra. Ambos licores se mezclan con un poco de hielo en una coctelera. Con ayuda de un colador se sirve en la copa únicamente el liquido. Finalmente, algunos prefieren un toque cítrico y ligeramente amargo al añadir una cáscara de limón. Aunque las aceitunas verdes son un clásico para acompañarlo.
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