Cognac y brandy son dos bebidas extremadamente famosas y siempre relacionadas con la alta sociedad. Comparten muchos rasgos, pero los puntos clave que las separan son indiscutibles. ¿Cuáles son las diferencias?
Por Michelle López – @Mich_Lv
Brandy
Brandy se refiere a un licor destilado que proviene de la fermentación de alguna fruta, aunque no necesariamente uvas; ciertos lugares de Francia y otros países lo hacen con manzanas. Se puede producir en cualquier parte del mundo: algunas variedades destacadas son el pisco peruano y el Singani de Bolivia, así como el Brandy de Jerez en España.
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Cognac
Por su parte, el cognac es un tipo de brandy en cuanto a que es la destilación de una fruta, pero sólo puede llamarse así si viene de la región homónima francesa Cognac. Únicamente se produce a partir de uvas Ugni Blanc y el resultado es un líquido seco y ácido al que añejarse le sienta de maravilla.
Se destila dos veces, lo que da un producto extremadamente libre de impurezas y crea un sabor más sutil. Además, el destilado sólo puede realizarse en recipientes de cobre entre el 1 de octubre y el 31 de marzo.
Debe añejarse en barricas de roble Limousine o Tronçais y las únicas áreas de Cognac autorizadas para producir el licor son Grande Champagne, Petite Champagne, Borderies, Fins Bois, Bons Bois y Bois Ordinaires. Sus protocolos de añejamiento son estrictos: entre dos y seis años como mínimo.
Con base en este tiempo se le asigna una categoría: V.S. (Very Special añejado dos años), V.S.O.P. (Very Special Old Paile, cuatro años), Napoleon (seis años) y X.O. (Extra Old, al menos diez años).
Es decir, todo cognac es brandy, pero no todo brandy es cognac, y los requisitos para que este último reciba su nombre son demasiado rigurosos. Eso sí, ambas bebidas tienen notas frutales y cítricas, a las que se añaden sabores especiados o florales conforme se añejan.
Diferencias entre Ruso Blanco y Ruso Negro
El cognac siempre ha estado asociado con el lujo extremo: los reyes franceses lo favorecían y Víctor Hugo se animó a llamarlo la “bebida de los dioses”. En ambos casos, tanto cognac como brandy, su consumo da status y para apreciarlo en plenitud se requieren años de preparación.
Los cuidadosos estándares de calidad para la producción de ambos licores garantizan un producto de excelente categoría para los paladares más exigentes. ¡Hay buena bebida para rato!