Una buena taza de café para iniciar el día es algo que para muchas personas, es crucial para la rutina de la mañana. El ritual de preparación es algo que no se toma a la ligera; aunque requiere de tiempo, es menos tardado que preparar un desayuno formal. Tomar café en ayunas es una parte del estilo de vida a nivel mundial; y aunque parece lo más normal, vale la pena analizar los efectos que esconde esta decisión.
Por: Desiree Perea
¿Por qué el café en ayunas no es tan buena idea como parece?
El café es mucho más que una bebida; es una compleja mezcla de compuestos que tienen efectos importantes en el organismo. La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central que bloquea la adenosina, una molécula que promueve el sueño. Al hacerlo, aumenta el estado de alerta, mejora la concentración y reduce la sensación de fatiga. Muchas personas prefieren el café en ayunas ya que los efectos se activan más rápido.
Si bien esto le hace ganar puntos al café por las mañanas, también es importante reconocer que no todos los efectos son positivos. El estómago vacío es particularmente sensible, por lo que tomar café en ayunas se convierte en la práctica ligeramente agresiva.

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Uno de los primer efectos que tiene es la irritación de la musca gástrica. El café por sí solo es ácido, por lo que puede provocar ardor y malestar; estos efectos incrementan en personas con gastritis o reflujo. Por otro lado, introducir cafeína de manera inmediata después del descanso, provoca que el cortisol aumente rápidamente. Para ello, lo ideal es esperar al menos 1 hora después de despertar para tomar el café.
Eliminar esta práctica no es la respuesta final
Sabemos que para muchos, el café es un no negociable dentro su rutina y eso es válido. Sin embargo, vale la pena explorar otras opciones para darle un descanso a esta bebida de ven en cuando. Algunos días puedes disfrutar de una taza de té o bien, de un licuado sustancioso. Por temas prácticos, muchas veces las bebidas son ideales para un desayuno rápido y sin complicaciones; y dentro de esta categoría existen un sinfín de opciones.
Otra opción es añadir un poco de leche al café para reducir su efecto ácido en el organismo. Para aquellos fieles amantes, esto es inaceptable; pero vale la pena considerar esta decisión de manera ocasional. Las bebidas vegetales también son una buena decisión; incluso puedes experimentar con aquellas propuestas con vainilla u otros sabores.

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Finalmente, si no puedes esperar a tomar tu café, la solución más sencilla y efectiva es consumirlo junto con un pequeño desayuno. Un desayuno ligero, como una porción de fruta, o un bowl de avena. Los alimentos sólidos actúan como un amortiguador para la acidez del café y también ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre. De esta manera, podrás disfrutar de los beneficios de la cafeína sin exponer a tu estómago.
El ritual del café en ayunas es una parte integral de la vida moderna. Si bien es una práctica común a nivel mundial, a largo plazo representa riesgos sobretodo para la salud digestiva. Conocer los efectos no tiene como objetivo eliminar por completo a esta bebida de la rutina; lo ideal es tomar en cuenta alternativas o bien, sumar otros alimentos para contrarrestar sus efectos.