T-fal y Bodegas Cepa 21 se aliaron para crear una experiencia única en la que los invitados aprendieron a hacer dos platillos espectaculares ideales para las fiestas decembrinas: Filete Wellington con salsa de vino tinto y romeritos en mole blanco con tortitas de papa y camarón acompañados de los vinos Bodegas Cepa 21 provenientes de la Ribera del Duero.
Magia navideña con T-Fal
El chef David Clorio, responsable del Centro Culinario T-fal con treinta años de experiencia en la
industria de alimentos, dió algunos tips para cocinar los platillos: el sellado uniforme del filete lo
logró con el sartén Ingenio de T-fal y para la salsa, redujo su tiempo de cocción en un 70% con la
Olla de presión Compact Easy, además, logró prevenir imprevistos y accidentes gracias a sus cinco
puntos de seguridad. Para el mole y los romeritos, realzó el sabor de los ingredientes y cocinó con
poco aceite con el sartén Delight ya que su composición de 60% de materiales reciclados y su
recubrimiento Mineralia+non-stick permitió una cocción rápida y homogénea.
Un maridaje de lujo
Posteriormente, José Moro, Presidente y fundador de Bodegas Cepa 21, guió un maridaje con los
vinos Malabrigo y Cepa 21. La cata comenzó con Cepa 21, el primer vino que la marca lanzó al
mercado, el cual maridaba a la perfección con el filete Wellington. Este vino de un color rojo
cereza intenso con ribetes de rubí se caracteriza por fermentarse en depósitos de acero inoxidable
y su crianza se hace en barricas de roble francés; tiene un aroma intenso, frutal y fresco, y
predomina el sabor de frutos negros maduros.
Vinos para cerrar el año
Para terminar la cata, los asistentes pudieron disfrutar del vino Malabrigo, la etiqueta más
emblemática de Bodegas Cepa 21, la cual destaca por su color rojo cereza. Tiene una particular
densidad aromática llena de personalidad y matices y cuenta con un tanino persistente pero muy
maduro que demuestra la pasión con la que lo elaboran.