El cacao es un árbol que produce un fruto de mismo nombre, al cual se le pueden dar distintos usos, principalmente en la elaboración de alimentos.
Por: Marcela Díaz A.
Conforme registros, este ha sido utilizado desde la época prehispánica por los olmecas (1500-400 A.C.). Los indígenas solían tomar una bebida llamada ¨Xocolatl¨, que tenía un sabor fuerte, pero brindaba energía y vitalidad. Hernán Cortés aseguraba que una sola taza era suficiente para darle las fuerzas necesarias a un soldado por todo un día.
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El cacao está compuesto de un alto índice de grasas, hidratos de carbono, proteína, magnesio, fósforo, potasio, cafeína, antioxidantes y agua. Por lo que sí, al consumirlo brinda energía. Mientras que el chocolate es una mezcla de manteca de cacao, leche y azúcar refinada, quizá la forma más común de encontrar al cacao.
¿El cacao influye en nuestro cerebro?
Se suele pensar que el chocolate estimula al cerebro, sin embargo, es el cacao el que lleva a cabo acciones como mejorar la memoria, producir endorfinas para mejorar el estado de ánimo, combatir el envejecimiento cerebral y mejorar la concentración.
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Lo que pasa al consumir cacao es una sensación de bienestar y euforia gracias a que este ingrediente promueve la liberación de dopamina, regula el apetito, refuerza el sistema inmune, calma la sensación de dolor y te mantiene despierto y alerta; tiene menos cafeína que el café, pero provoca mayor actividad cerebral y un ligero efecto estimulante.
Es gracias a sus efectos estimulantes que se ha dado pie a la creación de clichés como el consumo de chocolate cuando una persona está triste y el regalarle chocolates a tu pareja.
Es muy recomendable no abusar de su consumo y siempre buscar la presentación de chocolate que incluya el cacao de manera natural, por lo general oscuro o amargo.