Alejado del sonido de la ciudad, Namibia cambia los rascacielos por árboles, para dejar que los visitantes tengan contacto en primera persona con el desierto. No hay duda de que valdrá la pena cada minuto de viaje, hasta este paraíso en el continente africano, lleno de historia y cultura.
Por Desiree Perea
¿Qué tiene para ofrecer Namibia?
Este viaje otorga la oportunidad de conocer una nueva cultura, de una tribu local que no ha dejado ir sus costumbres y tradiciones. Los himba dan la bienvenida para dar un recorrido por su estilo de vida. Su visión frente al matrimonio, la vida y la muerte es diferente para todos los que llegan.
Para los espíritus aventureros, el desierto de Namib es siempre una sorpresa, ya que se trata de una de las bellezas más antiguas y que ha sido declarado como patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Además, una de las sorpresas a la vista es la arena roja que conforma las dunas. Desde ellas puedes disfrutar el impresionante espectáculo que es el amanecer.
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Asimismo, existe un fenómeno conocido como ‘lagos secos’, que ocurre debido a que la arena del desierto absorbe hasta la última gota. Esto da como resultado un paisaje lleno de color rojo con zonas en color blanco con grietas. Debido a que esta condición deja a los árboles sin hojas, estos se vuelven una especie de árboles momificados que se han quedado así por siglos.
La vida marina es protegida en el centro Cape Cross, donde los leones marinos disfrutan de instalaciones aptas para su preservación. De hecho, en temporada de crianza, los nacimientos alcanzan cerca de cien mil animales de dicha especie.
Por otro lado, uno de los paseos que no pueden faltar en tu visita es el safari. Para conocer animales nativos de este ecosistema en un recorrido en auto, para descubrir su comportamiento en su hábitat natural. Desde cebras, jirafas y flamencos hasta los imponentes carnívoros como leones, hienas y chacales.
Planea tu aventura
La ventaja de Namibia es la amabilidad del clima, aunque en primavera y verano el calor aumenta, no suele ser sofocante, lo que permite disfrutar los lugares durante el día y la noche. Los meses de abril y mayo son considerados como la temporada intermedia para visitar. Aunque si prefieres las condiciones más frescas, de octubre a marzo es la mejor opción. Eso sí, estos meses figuran como temporada alta, por lo que deberás tomar en cuenta la disponibilidad en cuanto a vuelos y hoteles.
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Uno de los complejos más solicitados se ubica en Little Kuala, al estar dentro de una reserva natural, se convierte en un hospedaje para conectar con la naturaleza. Para mantener la esencia del país, el lugar donde los turistas descansan está diseñado en campamentos, donde cada huésped disfruta de su privacidad. Sin dejar de lado las amenidades, puedes disfrutar de alberca y terraza privada, desde la cual puedes contemplar la profundidad de la noche y el desierto.
