Llegó la temporada de lluvias y con ello la recolección de hongos. En el caso de Tlaxcala, es el tiempo perfecto para ir de visita al avistamiento de luciérnagas en el bosque y probar su propuesta gastronómica. Esto es lo que podrás hacer en las próximas tres semanas.
Por: Raquel del Castillo
Visita y come en una hacienda
A 500 años del encuentro de dos culturas entre México y España, en las haciendas tlaxcaltecas se disfruta de cenas maridaje en la cuales ambas cocinas se entrelazan. El menú que probamos en la Hacienda Santa Bárbara fue ofrecido por el chef David del Nuevo del restaurante La Sede y las cocineras tradicionales Mará Teresa Solís López y Francisca González Serrano.
Esa noche pudimos degustar una tostada de ceviche de maíz germinado, sopa de alberjones con nopalitos, pipián rojo con semillas de chile seco, mole de huitlacoche y una natilla de maíz rojo, entre otras delicias.
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Mantente al pendiente de las redes sociales de la hacienda, pues habrá más oportunidades de experimentar esta fusión de ingredientes, sabores y técnicas.
Sabores de recolección
Marcos Morales del restaurante Xoletongo fue nuestro descubrimiento en este viaje. Antes de visitar a las luciérnagas en el bosque de Nanacamilpa, la recomendación es pararse en este sitio por un taco de hongos de borrego y yemita con salsa de miltomate con chinicuiles martajados, seguido de albohóndigas de huazontle rellenas de requesón y hormiga chicatana, acompañadas de un pipián de semilla de chile chipotle.
También hay que parar en Apizaco porque en Evoka de Paco Molina la mesa también nos espera. Para comenzar, el aguachile de camarón y pescado ahumado es bueno para abrir apetito. Dos imperdibles son las tortas de chalupa con milanesa de rib eye (para compartir). Aprovechando el cerro de La Malinche, aquí no podían faltar los frutos de la lluvia a manera de torre con hongos al carbón, berenjena y mole.
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Compras y souvenirs
Al ser Tlaxcala un estado reconocido por su producción de barro, no puede faltar alguna vasija o comal en la maleta antes de regresar a casa. La novedad dentro de estas artesanías y utensilios de cocina, son el barro rojo esmaltado. Para ello, el maestro Cornelio García Cortés se pinta solo, pues se trata de una innovación que el comenzó en la región de Españita.