En la actualidad, aunque este ritual se ha popularizado y modernizado, son pocos los lugares donde puedes vivir la experiencia de un naked sushi (la práctica de comer comida japonesa directamente de un cuerpo desnudo en algunas grandes ciudades del mundo.
Por Roxana Zepeda. (@TastyToursMX)
México no se queda atrás y probamos de primera mano esta experiencia en el que probablemente sea el único lugar en el país donde puedes vivirlo (o al menos es el único que encontramos en la investigación que hicimos de dónde probar este tipo de sushi).
Se trata del hotel Budamar, en la playa oaxaqueña de Zipolite, que es famosa por ser la única playa legalmente nudista de todo México.
Llegamos a esta playa con la curiosidad de buscar esta original cena que se ha vuelto popular entre pobladores y visitantes de la región, al grado de que muchos solo viajan a Zipolite para vivirla.
Nos contaron que, en este hotel, cada año, a finales de enero y principios de febrero, se realiza una tradicional cena de nyotaimori frente a la playa, donde los comensales (de manera opcional) están desnudos, al igual que dos modelos que prestan sus cuerpos para la ceremonia, un hombre y una mujer en cada mesa, ambos se preparan para ser bandejas en el “naked sushi”.
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Los preparativos para el “naked sushi”
Estaba nerviosa y emocionada por vivir esta experiencia por primera vez, al mismo tiempo con mucha expectativa por lo que sucedería y cómo sería.
En esta cena, por realizarse en la playa, los comensales pueden estar desnudos de manera opcional, potenciando la originalidad y la emoción para que sea una vivencia única.
Como dicen que “a donde fueres hagas lo que vieres” nos preparamos para la velada con aretes y un collar de perlas como únicas prendas para adornar el cuerpo.
Llegamos al hotel Budamar a las 7 de la noche, una hora antes de la cena, para ver los preparativos.
Dos camas blancas, de esas que son de piel y que sirven para acostarte en la playa, fueron colocadas como mesas frente a la gran estatua del Buda dorado que es símbolo de este hotel.
Luego fueron forradas con manteles y en cada una se colocó un modelo desnudo, un hombre y una mujer; ambos fueron adornados con flores para cubrir sus partes íntimas.
Los meseros iban y venían, colocando hojas de plátano perfectamente cortadas en distintas partes de cada uno de los cuerpos. Después vino el montaje del sushi, rollos de atún, salmón, camarón, pesca del día y plátano macho con queso crema, fueron ubicados sobre las hojas encima de los cuerpos desnudos.
Una cena de etiqueta al desnudo
Para esta cena, la mayoría de los comensales estuvimos desnudos conviviendo durante la ceremonia, cada persona eligió donde sentarse, algunos decidieron hacerlo en la mesa de la mujer, otros (como yo) en la del hombre.
Al llegar, debías poner una toalla o pareo para sentarte en tu silla, nos aconsejaron no sentarnos al centro pues estaríamos más lejos de la comida y de los cuerpos, así que elegimos un buen lugar con vista al mar… y al cuerpo del hombre, quien siempre tuvo los ojos cerrados y una sonrisa casi tan enigmática como la de la Mona Lisa.
Todos los rollos se toman con los tradicionales palillos japoneses de madera y no puedes tocar o acariciar directamente la piel del modelo que posa desnudo como bandeja.
La entrada estaba ya montada en el plato de cada comensal, era una pequeña torre de arroz rellena de mariscos: camarón y pulpo, con aguacate y ajonjolí negro.
Después el sueño de cualquier “sushi lover”: todos los rollos que quisieras hasta llenarte, tomados directo del cuerpo desnudo de un hombre. Cada vez que se terminaban los rollos, algún mesero llegaba a rellenar los huecos con nuevos sabores de sushi.
Para bajar la cena nos ofrecieron agua de fruta fresca ilimitada, era de piña con menta, refrescante para una noche de calor en la playa. Aunque los cocteles o el vino tienen un costo adicional, vale la pena pedir un par de tragos para una velada de este tipo.
Después de un rato de plática, el ambiente se había relajado y hasta se nos olvidó que estábamos desnudos.
Aunque ya no podíamos comer ni un rollo más, el postre llegó, un par de bolitas de arroz rellenas de un dulce de mango con una salsa cremosa y agridulce.
Al terminar la ceremonia se desmontaron las mesas y los modelos se pusieron de pie cuidadosamente cuando ya no había comida ni hojas sobre sus cuerpos.
Los comensales aplaudieron por la paciencia y la quietud de los mismos para no dejar caer ni un rollo de sushi durante la cena.
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Más detalles para vivir esta experiencia
No te preocupes si no puedes ir a esta cena en las fechas de finales de enero y principios de febrero, el hotel Budamar también la tiene en cualquier fecha del año como parte de su menú de experiencias, por lo que pueden organizarla para familias, eventos privados, despedidas de solteros (as), o simplemente para una ocasión especial con tu pareja.
Esta cena costó $700 pesos (el costo varía dependiendo la cantidad de invitados y si es un evento privado de amigos o familiar).
Al no ser un menú fijo, tanto la entrada como el postre pueden cambiar (con suerte puedes elegirlos), así como los sabores de los rollos de sushi disponibles.
Hotel Budamar Zipolite.
Andador de Gaviotas, Av. Roca Blanca Sn, 70904 Zipolite, Oax.