Dentro del Antiguo Molino de San Jerónimo, en pleno Centro Histórico de la CDMX, Grana es un restaurante que guarda muchos secretos de la cocina tradicional mexicana. Ahí, el chef Jorge Diez y su padre, quien tiene el mismo nombre, se encargan de darle vida a pipianes, adobos y bebidas con historia.
La cocina del sitio es abierta, así que mientras estás sentado puedes ver a los dos cocineros en plena acción. Por lo mismo, aunque el restaurante está abierto al público en general, para vivir la experiencia debes reservar. Si vas, no olvides pedirle al chef que te enseñe a hacer tortillas.
Vive la experiencia completa de Grana
No se trata de un restaurante tan común. En Grana, además de ver a todos los platillos salir directamente de su cocina abierta, también hay mucho trasfondo.
Te vas a dar cuenta de eso desde que entres a la estancia en la que reina el color rojo, y admires con detalle el mural pintado en sus paredes. En él podrás apreciar muchos simbolismos de lo más importante de la gastronomía mexicana.
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A un lado está la cocina abierta, donde el chef Jorge Diez y su padre se encargan de convertir la tradición de su familia en una experiencia que uno difícilmente olvida.
De entrada, verlos trabajar juntos es hermoso. El señor Jorge siempre anda sigiloso revisando los detalles de todo, volteando las tortillas hechas en comal o hasta moviendo con calma los moles sobre el fogón.
El chef vigila todos los procesos, los hace posibles, emplata y le explica a quien se interese en los platos lo que hay detrás de ellos.
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¿Qué probar en Grana?
El menú del restaurante tiene incorporaciones cada determinado tiempo. Esto depende de la creatividad del chef Jorge, pero especialmente de la disponibilidad de insumos de la temporada.
En Menú Perfecto te sugerimos el taco de jaiba suave con mayonesa de chipotle, la mazorca de huitlacoche braseado con tuétano y en salsa verde, que se sirve en la mesa con tortillas recién hechas, para armar tacos.
También está el pepián verde de la familia, que va con setas salteadas y un poco de cilantro y, para terminar, el arroz con leche de la casa con canela y vainilla de Papantla.
¿Antojo de algo distinto para beber? Sin duda, nuestra opción favorita es la Volcanita con aguacate y tequila, en vaso escarchado. No obstante, dada la instrucción como sommelier del chef Diez, pregunta por su carta de vinos. Son una gozada y siempre muestra opciones interesantes para descubrir al lado de un buen plato de cocina mexicana.
Dónde: San Jerónimo 33, Centro Histórico, CDMX
Cheque promedio: $700 pesos por persona.
