Del 17 de octubre al 3 de noviembre, el restaurante Los Danzantes Coyoacán se viste de tradición para celebrar el Festival de Muertos, una festividad […]
Del 17 de octubre al 3 de noviembre, el restaurante Los Danzantes Coyoacán se viste de tradición para celebrar el Festival de Muertos, una festividad que revive la conexión con nuestros ancestros y permite recordar los orígenes culturales de México. Este evento, profundamente ligado a la identidad de cada individuo, despierta un sentimiento de pertenencia a través de platillos y rituales inspirados en más de 3,000 años de historia en el Anáhuac. La celebración destaca por su combinación de misticismo, tradición y elementos contemporáneos en un menú especialmente diseñado para honrar la memoria de los difuntos.
Para esta temporada, Los Danzantes Coyoacán ha creado una experiencia gastronómica que refleja la visión y creatividad del chef ejecutivo Alejandro Piñón, conocido como “Tekila”. Su dedicación en cada detalle del festival busca capturar la esencia de la celebración del Día de Muertos y su conexión con los elementos prehispánicos y culturales. Tekila no solo diseña el menú de este festival, sino que también capacita y lidera a su equipo para crear una atmósfera que respeta los ingredientes, la tierra y la herencia de México.
Los platillos ofrecen una visión contemporánea sin perder la esencia ancestral de la gastronomía mexicana. Cada plato ha sido elaborado con ingredientes cuidadosamente seleccionados, y combina técnicas modernas con sabores profundamente arraigados en la cultura mexicana.
Tamal de quelite
Inspirado en las ofrendas de Xochimilco, el tamal de quelite destaca entre las propuestas del festival. Elaborado con masa colada y relleno de quelites de la región, este platillo incluye un mole de flores y ceniza de totomoxtle que celebra la riqueza de la flora local. Este tamal, además de ser un homenaje a Xochimilco, simboliza el acto de gratitud hacia la naturaleza y los antepasados.
Conejo en la luna
Además, este plato presenta un conejo braseado con glacé de agave, servido con un mole de huitlacoche y acompañado de verduras asadas y ayocotes. Inspirado en el Popol Vuh, el conejo en la luna evoca la mitología prehispánica y la conexión de la muerte con la noche y los astros. Según la leyenda, la luna fue adornada con un conejo en un acto de gratitud, y esta inspiración se convierte en un tributo a la conexión entre el cosmos y los seres terrenales.
Recuerdos
Mientras tanto, este postre de mousse de calabaza en tacha, praliné de pepita de calabaza, y gel de zapote negro y guayaba captura la esencia de las ofrendas de muertos. Cubierto con cristal de azúcar y decorado con cempasúchil, esta creación simboliza los colores y sabores de la temporada. El diseño de este postre se inspira en las calaveritas de azúcar y los colores vivos que adornan los altares durante esta época, creando un cierre dulce y evocador para la experiencia.
Qué comer en el Mercado de Coyoacán, la joya al sur de la CDMX
El festival incluye también una propuesta de coctel inspirado en el camino de cempasúchil. Esto, que tradicionalmente se coloca para guiar a los difuntos a sus ofrendas. El cóctel “El Camino” combina mezcal Alipús Santa Ana, licor de cempasúchil, licor de bergamota y otros ingredientes cítricos y florales, como mandarina y Aperol. Esta bebida captura el simbolismo del cempasúchil, el cual representa la presencia de los seres queridos en un brindis en su honor.
Desde su fundación en 1995, Los Danzantes ha destacado por su compromiso con la gastronomía mexicana de calidad y el respeto hacia la tierra y los productores locales. En su carta de vinos, fue pionero en ofrecer una selección exclusivamente mexicana, además de enaltecer el mezcal como bebida nacional. Su filosofía radica en mantener viva la cultura y gastronomía de México, promoviendo ingredientes nativos y técnicas tradicionales.
También, el Festival de Muertos en Los Danzantes Coyoacán es un espacio que invita a conectar con la historia y las tradiciones ancestrales de México. Cada platillo y bebida refleja un fragmento de la riqueza cultural de esta celebración. Donde los visitantes pueden experimentar una inmersión en los rituales de Día de Muertos.