Este restaurante se convirtió en una ofrenda gigante de dos pisos con intervenciones de arte popular mexicano. Además hay un menú de temporada.
La temporada de chiles en nogada se ha convertido en un referente del restaurante Angelopolitano. El chef Gerardo Quezadas nos sorprende cada año con nuevas interpretaciones de este platillo clásico de la cocina poblana.
Sin embargo, en esta ocasión el cocinero quiso realizar algo especial para también celebrar el Día de Muertos en su restaurante, “algo que estuviera a la altura de lo que ocurre en el mes patrio”. Y lo logró.
Convirtió el local de dos pisos, ubicado sobre la calle Puebla, en una ofrenda gigante, decorada con piezas de arte popular mexicano. Representaciones artísticas de 18 regiones del país, seleccionadas y montadas por la Galería Arte Yawí.
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Las piezas, en particular cráneos, están elaboradas con arte huichol en chaquira de Jalisco, cobre martillado de Guerrero, cartonería y talavera poblana, entre otras técnicas.
Esta intervención artística convive con un menú de temporada, inspirado en 12 estados del país. En el que se pueden degustar entradas, como tacos de carnitas de pato y una sopa de calabaza servida con una flor de calabaza rellena de queso de cabra y pepitas.
Entre las especialidades están las corundas, tamalitos tradicionales de Michoacán, rellenas de carne deshebrada y con caldillo de chile colorado. Además del mukbil pollo, un platillo yucateco del Día de Muertos, y el pipián verde de Atlixco, Puebla.
El dulce de calabaza en tacha no podía faltar en la parte de los postres, al igual que el tiramisú con café de olla, aunque también hay creaciones originales, como la calavera efímera de chocolate rellena de licuatole y salsa tibia de tequila.
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El montaje del altar y el menú de temporada ya se encuentran disponibles y permanecerán hasta mediados del próximo mes.