Claves para preparar galletas de jengibre en casa como un experto

A medida que nos acercamos al invierno, nos despedimos de los sabores otoñales para darle la bienvenida a aromas completamente diferentes. Las especias dulces, los frutos secos y las nueces se convierten en ingredientes favoritos en las recetas de postres. Sin duda, una de las actividades favoritas en casa durante esta temporada es preparar galletas de jengibre. El nivel de complejidad es intermedio, y seguir la receta al pie de la letra es clave para servir un resultado perfecto.

El aroma de las galletas de jengibre es imposible de ignorar, así que seguro sorprenderás a todos tus invitados cuando las sirvas al centro. Si este año estás decidido a preparar galletas de jengibre en casa, te compartimos 4 consejos que no puedes pasar por alto.

Por: Desiree Perea

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Dentro del universo de postres, las galletas se han ganado un lugar especial en las mesas a nivel mundial. En esta categoría podemos encontrar un sinfín de propuestas, así que elegir una opción final no es nada sencillo. Al iniciar el mes de diciembre, las galletas de jengibre se vuelven un clásico de temporada; en hogares y pastelerías, esta receta se prepara constantemente y en cuanto llegan a la mesa, se terminan en segundos.

Preparar galletas de jengibre es una actividad popular durante el invierno en casa. — Galletas recién horneadas. Foto de Pexels.

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Preparar galletas de jengibre por primera vez es una idea que asusta a más de uno. Lograr el sabor y textura perfectos exige el seguimiento de la receta tal y como está escrita; es una de esas recetas donde no hay lugar para la improvisación. Si estás decidido a disfrutar de este antojo dulce durante las tardes frías, lo mejor es ejecutar un proceso limpio y sin obstáculos. Con receta e ingredientes a la mano, estos consejos te ayudarán a lograr piezas perfectas.

1. Masa equilibrada y estable

Preparar galletas de jengibre en casa se convierte en una actividad familiar favorita a nivel mundial. La popularidad de esta receta ha permitido que se coloque como un clásico de la temporada navideña. Uno de los errores más comunes es excederse en las especias o en el jengibre. El sabor tiene que estar presente sin cansar al paladar; además, el jengibre es sensible al calor, por lo que añadir una cantidad extra puede hacer que el sabor de las galletas se vuelva picante e incluso, con notas amargas. También debes considerar que la masa no debe mezclarse por mucho tiempo. Debe evitarse a toda costa desarrollar el gluten, pues las galletas se vuelven completamente duras una vez que terminan de hornearse.

2. Enfriamiento antes de hornear

La señal de que la masa está lista es que cuando puede manipularse fácilmente, no se pega en la manos, ni a la mesa. Para lograr que el corte de las figuras sea más fácil, cubre con un poco de harina los moldes entre cada corte. Con ayuda de una espátula, despega las galletas y colócalas sobre la charola para hornear; puedes enharinar la base o bien, utilizar papel para hornear. Asegúrate de dejar un espacio de 3cm entre cada galleta, ya que durante el horneado, suelen aumentar ligeramente su tamaño. En lo que esperas a que el horno logre buena temperatura interna, coloca la charola en el congelador para evitar que pierdan su forma una vez que comiencen a hornearse.

3. Mantener el horno cerrado de principio a fin

El tiempo de horneado para las galletas de jengibre es realmente breve, así que es aún más importante evitar arruinar el proceso. Una vez que la temperatura está establecida y la charola con las galletas están adentro, el trabajo prácticamente lo ejecuta el horno por sí solo. Lo único que debes hacer en este punto es mantener la supervisión desde el exterior; por nada del mundo pienses en abrir el horno para revisar las galletas. El tiempo máximo de horneado es de 12 minutos, a los 10 minutos puedes revisar el progreso de la cocción; pero abrir constantemente la puerta, puede provocar que las galletas pierda el ligero volumen que les otorga una textura suave.

4. Reposo después del horneado

El aroma que liberan las galletas de jengibre una vez que salen del horno es irresistible, sin embargo, deben dejarse enfriar por completo. Esta regla aplica únicamente si vas a decorarlas con royal icing; al igual que los pasteles o los cupcakes, el calor afecta de manera importante la consistencia del glaseado o betún. Además, este descanso posterior también es importante para permitir que las galletas no se rompan al intentar retirarlas de la charola. Una vez que se colocó el glaseado, es necesario dejarlo secar para mantener las decoraciones intactas.