Por Luciana Cacciaguerra Reni
Parecieran lo mismo pero no lo son. Puede que sean primos de sangre porque el concepto básico los acomuna indudablemente, pero no son iguales. Hay una sutil diferencia entre arte y cultura.
El Arte tiene muchas definiciones según el diccionario, entre las cuales la mas común o utilizada es la producción de cosas generalmente con fines estéticos y comunicativos con las que se expresan emociones y formas de ver la vida. Esto, a través de diferentes disciplinas como la sonora, plástica, lingüística, corporal y mixta. A este punto tanto un pintor como un herrero y un artesano son parte de la categoría que engloba el arte.
Por otra parte, la Cultura, del latín cultus, se refiere a las facultades intelectuales del hombre unidas al desarrollo del espíritu humano. El concepto ha ido cambiando según las épocas históricas, pero en general se puede decir que la cultura es como un tejido social construido por el acumularse de las costumbres, maneras de ser, prácticas, rituales, vestimentas, forma de alimentación, normas de comportamiento y de reflexión sobre sí misma.
Dicho esto queda claro que las dos cosas se parecen mucho, pero la sutil diferencia entre arte y cultura es que el primero se centra en valorar y trabajar básicamente alrededor de la estética y la emocionalidad, en mayor grado. Mientras que la cultura se centra en garantizar la supervivencia y facilitar la adaptación de las personas a su entorno.
Bien, está a la vista que de todos modos necesitamos las dos: una para expresarnos, decir cómo percibimos el mundo, las emociones que albergamos, lo que sentimos, describir y representar la Historia. La otra, porque es la que nos da una guía de vida y un sentido de pertenencia y de identidad fundamentales para la reafirmacion del hombre.
Pero lo interesante es que las dos son parte la una de la otra de una forma intrínseca, el arte conlleva cultura y viceversa. Sobre todo en los tiempos de hoy en los que los conceptos se han ampliado mucho y en diversas direcciones.
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La diferencia entre arte y cultura y sus similitudes en el mundo actual
Por ejemplo, la gastronomía es considerada como “arte culinario” aseverando que la capacidad de desarrollar la habilidad de cocinar es un arte. Y al mismo tiempo, la gastronomía, entendida como los alimentos que se consumen, son parte de la cultura del hombre.
Las “artes marciales”son otro ejemplo, porque reúnen no sólo una técnica de defensa -su principal carácter-, pero también tiene una parte estética que conlleva a la armonía del pensamiento. Especialmente en el caso del Tai Chi Quong y de la Capoeira, un mixto de defensa con baile.
Las “artes visuales” que además de ser técnicas trascienden la estética y se unen a la tecnología llegando a ser funcionales y prácticas en el mismo escenario urbano, arquitectónico y digital. Esto es arte además de cultura.
Es interesante ver como, a medida que avanzamos en el tiempo y hablamos de globalización, la diferencia entre arte y cultura se va unificando. Este fenómeno que siempre ha existido por la transmigración del hombre desde los tiempos primitivos, permite que hoy día muchos aspectos de culturas diferentes se vayan asimilando en otras como parte de un proceso de adaptación del ser humano.
Los confines geográficos prácticamente ya no existen gracias a la gran y fácil movilidad para llegar de un lugar del mundo a otro, por lo cual se llevan y traen también los aspectos culturales de cada país. Estos lentamente se van asentando en el nuevo lugar, transformándose como parte intrínseca del otro.
Lo vemos de nuevo en la comida. Desde los tiempos más remotos el hombre ha llevado su alimentación especifica a donde haya emigrado, pero en los nuevos lugares donde se ha establecido ha tenido que adicionar a su costumbre productos nuevos y propios del lugar, los cuales empezaron a formar parte de su cultura gastronómica. Y así ha sido y es con todo.
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En definitiva, podemos atrevernos a decir que la cultura está hecha de códigos culturales propios de cada país y agrupación humana que la definen claramente. Tal como lo asevera Clotaire Rapaille, el famoso psiquiatra y antropólogo especialista en consultoría de marketing para las marcas más famosas a nivel mundial. Al abrir sus libros, específicamente Los Siete Secretos de la Mercadotecnia, dice textualmente: ”Las culturas como los individuos tienen un inconsciente. Este inconsciente esta activo en cada uno de nosotros hacemos cosas que nosotros no estamos conscientes. Este inconsciente colectivo puede ser definido como un pozo de experiencias impresas y compartidas que inconscientemente están preorganizadas e influyen en el comportamiento de la cultura.”
En otro texto, El Código Cultural, explica cómo el ser humano inconscientemente desde su cerebro reptiliano actúa originando comportamientos determinados que luego serán sellados como parte de su cultura.
El ser humano en su continua evolución ha estado fusionando los términos de cultura y arte hasta casi volverlos la misma cosa. La diferencia entre arte y cultura se ha borrado. Más aún con la globalización, con el poder de adaptación y a veces con la resiliencia; motores importantes para seguir forjando una infraestructura cada vez mas evolucionada de las dos cosas.
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