El monte Etna, que se eleva sobre Catania, la segunda ciudad más grande de Sicilia, Italia, tiene uno de los registros de vulcanismo histórico más largos del mundo, que se remonta al 1500 a. C. Imponente y drásticamente bello, sus constantes erupciones cubriendo los alrededores en tierra negra – creando un paisaje surreal. Es aquí, en las laderas del Etna, que se alza la histórica finca de Monaci delle Terre Nere.
Por Melanie Beard.
Llena de extraordinario encanto y belleza natural, fue creada originalmente por los monjes de la orden de Santa Ana en el siglo XVIII. Hoy en día es hogar a un encantador hotel boutique cuyo terreno se extiende a lo largo de 25 hectáreas de tierra negra; escondido y privado entre árboles, viñedos y cultivos. Un lugar irrevocablemente único, Monaci delle Terre Nere ha sido restaurado con mucho cuidado y con un cierto estilo que le da un ambiente difícil de definir, pero fácil de amar.
Auténticamente siciliano, el hotel combina elementos de arte y diseño modernos con un profundo sentimiento histórico. Su relajado ambiente se extiende por la terrazas de pasto entre rocas volcánicas, donde pasé horas contemplando la vista al volcán y al Mediterráneo, disfrutando de un mundo de relajación y de paz con un setting extraordinario.
Un paseo por los sabores tradicionales de Sicilia
Miembro de Relais & Châteaux –una mágica colección de joyas hoteleras que nos empapan en historia y sumergen en cultura alrededor del mundo– el hotel nos enamora de la maravillosa isla donde se encuentra.
Al caer la noche, cuando la lava del Etna brilla en la oscuridad bajo un cielo estrellado, me dirigí al restaurante Locanda Nerello, ubicado en la terraza de la casa principal de Monaci delle Terre Nere. Aquí, un menú basado en la estacionalidad de los alimentos crea una experiencia culinaria de gran variedad ambientada con informalidad contemporánea que refleja la identidad Eco-Bio de toda la finca.
El hotel está completamente involucrado en la producción de lo que disfruté en el restaurante Locanda Nerello, incluyendo excelentes vinos combinan que perfectamente con el compromiso local con el movimiento Slow Food. El Monte Etna es la tercera zona vinícola más importante de Italia, por la gran diversidad de su tierra y sus microclimas, y la extraordinaria delicadeza de sus vinos. Aprovechando la riqueza del terruño del Etna, Monaci delle Terre Nere cultiva sus viñedos para producir su propio vino, con variedades autóctonas de la región.
Excelentes vinos, naturaleza impresionante, gastronomía autentica, actividades al aire libre, montañas, océanos y mágicas noches: Monaci delle Terre Nere es la suma de todas sus partes. En este rincón apartado del mundo, el hotel combina la filosofía italiana de la “dolce vita” con un ambiente “zen” y un aire de misterio seductor.
Durante mi estancia aquí, entre momentos de contemplación junto a la piscina y tranquilos paseos por los viñedos, disfruté de las artes culinarias locales y, por supuesto, de los maravillosos vinos de la finca.
Muchos lugares usan la palabra ‘únicos’ para describirse a sí mismos… aquí la palabra cobra un significado completamente nuevo que se refleja en cada detalle y cada momento que ha sido elaborado con amor. Esta joya del mundo hotelero es un reflejo de la pasión y la dedicación que llevaron a su creación.
En todos los sentidos la palabra, Monaci delle Terre Nere es único. Un lugar quedo donde la tierra nutre el alma.