Más allá de si te gusta o no la idea de comer un insecto de este tipo, nos parece importante que sepas que son muy nutritivos.
En México es común el consumo de insectos. ¿Alguna vez probaste chapulines, escamoles o chinches? Si la respuesta es sí, seguro te gustará saber que en Chiapas existe una variedad de gusanos comestibles, llamados zats y, según cuentan los lugareños, también son muy ricos y nutritivos.
Su nombre significa “gusano” en lengua tzotzil, y viven en los árboles de caucho, principalmente de Copoya y los municipios de Chilón, Ocosingo, Huitiupan, Simojovel y Yajalón.
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Hablamos con la cocinera tradicional Ricarda Jiménez, quien es de origen zoque y conoce a la perfección los usos de este gusano gourmet.
Los meses ideales para consumir zats son julio y agosto. Esto, debido a que es la única época en que se les puede encontrar adheridos a los árboles. Se trata de una especie cero tóxica, que si se cocina bien puede gustarte mucho y ser una fuente importante de proteínas.
Según cuenta Ricarda, ella los colecta en cubetas. Posteriormente los lleva a su casa y procede a cocinarlos. Pone especial esmero en ello, debido a que es un placer que muy pocas veces puede darse, y ofrecer a su familia y clientes, durante el año.
Los zats se comen como botana casi invariablemente. Primero se les limpian las entrañas y luego se ponen a hervir en agua salada. Una vez cocinados, se les escurre y fríe en manteca de cerdo. El último paso del procedimiento consiste en condimentarlos. Generalmente, sólo con sal y limón.
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En Chiapas se comen al centro, como si se trata de palomitas, con una buena salsa de molcajete al lado. Hay quienes los envuelven en tortillas y hacen tacos con ellos, pero son los menos.
El sabor de los gusanos es tenue, pero sabroso. No podríamos decirte exacto a qué saben, porque Ricarda asegura que es de un gusto muy especial y único. Ahora que ya sabes de qué va el consumo de zatz, ¿te atreverías a probarlos?