Por Arturo González Canseco @ArtGzCanseco
A mí no me gusta el pastel, a otras personas la cebolla, o el pepino o la carne. Hay un momento en la película del 2012 de Wes Anderson, Moonrise Kingdom, en donde el adolescente protagonista le pregunta a la chica que le gusta: “What kind of bird are you?”. Una pregunta similar surge después de ver 18 comidas, la película del español Jorge Coira, ¿Qué clase de comida eres tú?
Creo que el primer paso para llegar a la respuesta es definir qué no nos gusta. Después, pensar en nuestras últimas comidas. Las ocasiones más inmediatas en las que nos sentamos a una mesa. ¿Lo disfrutaste? ¿Fue algo nutritivo? ¿Fast food? Pensar en esto nos ayuda a valorar la importancia de cada comida, es uno de los (pocos) tiempos que le dedicamos a nuestro organismo. La vista, el olfato, el gusto, incluso el oído y el tacto entran en juego. Una fiesta de los sentidos. De nosotros depende cómo la celebramos.
Si te dieran a elegir un disfraz ¿de qué alimento te disfrazarías? Pensarnos como comida es divertido. Puedes definir tu elección a partir de tu color favorito o sabor, etcétera. Yo lo elegiría a partir de su nombre. Creo que me disfrazaría de tuna, para que los poetas me pudieran rimar con luna, fortuna y comuna.
En 18 comidas conocemos a personas que son desayunos, comidas y cenas. Historias de vida y momentos que van de lo dionisiaco a lo marital, pasando por humores hetero y homosexuales. Un rompecabezas en donde las comidas son el pretexto para detonar emociones y conocer a personas con insatisfacciones y pequeñas alegrías. Impulsos vitales que se disparan a partir de una copa de vino, un platillo frío o una sopa con trozos de pan.
Se trata de una película notable con gran trabajo actoral, de dirección y montaje. El guión no tenía diálogo alguno y todo es improvisación a una sola toma.
Una experiencia fílmica en donde el espectador toma asiento y forma parte del banquete. Se involucra con cada uno de los personajes, que mediante una narración fragmentaria, poco a poco van revelando las relaciones que entre cada uno de ellos existen.
Protagonista de 18 comidas es también Santiago de Compostela. La ciudad en donde suceden los desayunos, comidas y cenas a lo largo de un día. Todo bajo el hilo conductor de un músico callejero (interpretado por Luis Tosar) cuyas notas acompañan los sabores, las risas, el llanto y los disfraces. Vayan a ver esta película y al terminar pregúntense: ¿Qué clase de comida soy yo?
