De un ritual pagano a una tradición que se conserva aún en nuestros días, el pastel de cumpleaños ha simbolizado por miles de años un momento especial.
Una fiesta de cumpleaños no es la misma sin un pastel; en este tipo de celebraciones, simboliza el momento cúspide de compañía para el festejado. Todos hemos recibido pasteles y todos hemos regalado pasteles pero, ¿sabías que existen diversos relatos acerca de su creación en el mundo? Algunos van desde un ritual pagano, hasta el agradecimiento de la vida a través de venerar a la placenta. Acá te contamos algunos de los relatos más interesantes sobre el origen del pastel de cumpleaños.
Pese a que no existe un dato exacto sobre donde se originó la tradición del pastel de cumpleaños, ésta ya era practicada por los griegos antiguos. En dicha cultura, cada sexto día de mes celebraban el cumpleaños de Artemisa, diosa soberana de la luna, la virginidad, la caza y los animales: le ofrecían altares en el campo, en los que se ofrendaban pequeños pasteles de miel y harina, los cuáles se adornaban con velas para simbolizar el brillo de la luna.
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En la antigüedad se creía que en cada cumpleaños el festejado era visitado por espíritus malignos. Por eso encontraban necesario iluminar el pastel con fuego, para protegerle de cualquier mal. También creían que al momento de apagar la llama, el humo resultante iba al cielo y las plegarias del cumpleañero llegaban a los dioses. De ahí que, antes de soplar las velas, fuera necesario pedir un deseo.
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Respecto al número de velas, que hoy en día simbolizan el número de años a celebrar, debes saber que esta tradición surgió en Alemania. Los niños alemanes eran festejados con una celebración llamada Kinderfest, en donde los adultos festejaban y juraban protegerlos de todo mal. Colocaban en el centro del pastel una vela larga con 12 marcas, las cuales simbolizaban cada mes del año. La vela era encendida y apagada una vez que el fuego llegaba al mes del nacimiento del festejado.
Hay fuentes sugieren que pastel deriva de la palabra ‘placenta’ en griego, y que por eso éste es redondo y plano como ella. Bajo esta concepción, se honra cada año al órgano que sostiene los primeros meses de vida de un ser humano. La forma redonda del pastel simula la de la placenta, mientras que la velita representa el cordón umbilical que une al feto con la madre.
¿Sabías que detrás de cada pastel con el que festejan tu cumpleaños hay tantas historias que contar?