En plena pandemia, el chef Lalo García abrió un nuevo concepto en la Roma donde lo principal es la frescura de sus productos.
El restaurante Maximo, del chef Lalo García, es algo necesario de vivirse. Su anterior sede en la colonia Roma fue siempre un referente de fine dining en la CDMX; no obstante, el nuevo sitio que hicieron surgir en plena pandemia confirma el esmero y lo especial detrás del proyecto.
Este nuevo establecimiento, ubicado en la avenida Álvaro Obregón de la Roma, ofrece platillos únicos en un sentido literal. Todas las recetas se crean por el chef el mismo día y nunca vuelven a repetirse. Cada preparación que llega a la mesa contiene ingredientes del día, acopiados con temporalidad responsable y transformados en platos de una técnica francesa predominante.
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El cuidado al detalle es un hilo conductor de la experiencia en el sitio. Se nota igual en el servicio a mesa, que en la pulcritud de los montajes y la certeza de los maridajes con bebidas. En Máximo nada es fortuito.
De acuerdo con el chef García,
“Abrir un nuevo restaurante durante la pandemia fue un reto, pero también una bendición. Nuestro lugar pasado era muy chiquito; sólo tenía capacidad para seis mesas. Durante el inicio de la contingencia en CDMX incluso nos cerraron la calle para hacer mejoras en la zona; hasta el día de hoy sigue así y no podemos sentirnos más afortunados por tener la oportunidad de seguir trabajando y haciendo lo que nos gusta aquí.”
Muchos se preguntan si el nuevo Maximo es verdaderamente distinto al original. No lo es. La confección del lugar sigue siendo lo mismo de cuidada que en el otro local; la diferencia es la capacidad de producción, así como la posibilidad de servir platillos con más elementos.
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Claro, también el chef y su equipo cambiaron. Eso incide directamente en lo especial de cada experiencia que se vive en el lugar.
“El covid me cambió la vida. Aprecio más todo, soy consciente de lo importante que es ser libre. Ahora todos los días despierto y pienso que somos muy privilegiados de estar vivos; eso, como cocinero, no puede dejarte intacto. Hay cosas que antes no consideraba posibles en mi restaurante, como el hecho de que me pidieran una carne bien cocida o algo para llevar. Hoy todo eso es distinto y lo digo en serio”, asegura Lalo García.
Según cuenta él, desde el interior de su nueva cocina que bien podría ser el sueño de cualquier chef, nuestra forma irresponsable de vivir en el planeta tiene y seguirá teniendo consecuencias graves si no cambiamos cosas básicas de un sistema alimentario que convertimos en algo viciado.
“Creo que lo peor que podría pasarnos después de superar la pandemia es el olvido. Espero de corazón que la gente no deje de tener en el radar que, si no aprendemos nuestras lecciones de pandemia, esta crisis puede volvernos a pasar en cualquier momento”, afirma García, mientras se encamina a prender uno de los hornos que cocinará el pan irrepetible que se servirá hoy en su nuevo restaurante.