En La Mari se rinde homenaje al papel que varias Marías tuvieron en la vida de los chefs Maribel Aldaco y David Castro Hussong.
“Todos tenemos una Mari memorable en la vida”, asegura David Castro Hussong, sentado en una mesa de su nuevo restaurante en Lomas de Chapultepec, de la CDMX: La Mari, donde se rinde homenaje a las mujeres cocineras.
De acuerdo con este chef oriundo de Ensenada, Baja California, en la vida de todos los mexicanos siempre hay una María cercana que marca por siempre y deja algún recuerdo entrañable en torno al acto de comer. En su caso fueron sus dos abuelas, su suegra, su esposa –la chef Maribel Aldaco– y María de Lourdes Martínez Ojeda, enóloga de la vinícola Bruma.
Por Ollin Velasco
La Mari, contrario a lo que muchos piensan debido al éxito de Fauna, otro de sus restaurantes, no sirve platos de la Baja. Más bien, es una buena representación de la evolución culinaria de Hussong y Aldaco, con un enfoque volcado en el papel de las mujeres en la cocina.
El ambiente en el restaurante es relajado: las mesas están espaciadas y asoman brotes verdes de plantas por todas partes. La idea es, según sus creadores, que los comensales se olviden un poco del exterior cuando entren, y que disfruten de platillos frescos, ligeros y hechos con grandes productos.
“La carta de comida en La Mari, si te fijas bien, es bastante femenina. Muchas de las opciones en ella son cosas que a Maribel (Aldaco) le gusta comer normalmente. Si desde Fauna hacemos platos en los que casi no tocamos el producto, acá eso es mucho menos”, asegura Hussong.
Con el contexto de haber ganado en 2020 el premio especial Miele One To Watch, de los 50 Best Restaurants, la pareja de chefs ideó un menú en el que los protagonistas son los sabores más puros de sus insumos.
Si vas, puedes empezar por las opciones frescas y crudas, como el caviar & chips, los ostiones, abulones, almejas y camarones. Sigue con las tostadas de atún, pulpo y callo, o con los toast de chícharo, cangrejo, pollo y tocino.
No te pierdas por nada los burrottis, que son una especie de burritos rellenos ya sea de setas con yuzu y rotti, que de camarón con espinaca y chile meco, pulpo con alubias y pimentones o callo con repollo napa y kimchi. El toque oriental de estos platillos dice mucho sobre cómo entender mejor lo que se hace en el restaurante, ya que una de las influencias más fuertes de la cocina de Baja California es justamente asiática.
Entre los platos más ligeros están las ensaladas y sopas, así como las flores de calabaza con hummus, el atún con wakame y ponzu, o el taco de ostión, que funcionan como entradas. Para algo más consistente, opta por la langosta con risotto de coliflor, la trucha con pimientos, la lobina con alcachofa, la costilla corta con puré y zanahoria, o el cochi con tomatillo y pepita. Como seguro ya te diste cuenta, en la Mari hay para todos los gustos y dietas.
La barra de La Mari se distingue también por su frescura. Tienen en carta varios cocteles –curados por Ángel Ávila, el jefe de barra de Fauna– que le dan un twist divertido a recetas de mixología clásica. Prueba el Happy Time, que lleva ginebra, Vermouth y cerveza IPA, o el French, con gin, limón y Prosecco.
También puedes pedir cervezas, destilados y, lo más importante, vinos mexicanos e internacionales. La carta de éstos es amplia y especializada: en unos meses se espera que llegue a tener más de 70 etiquetas de todo tipo y precio.
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En caso de que te sientas un poco perdido con todas las opciones, puedes pedirle a cualquier persona que se encuentre en servicio que te ayude a elegir mejor.
Los postres de La Mari merecen una mención especial. Como el restaurante también está pensado para enviar comida a domicilio, la mayoría de ellos salen en formato tarta o pay.
Maribel Aldaco es la encargada de toda la parte dulce del proyecto, al igual que en Fauna. Se trata de una de las chefs reposteras más reconocidas en el país y, como era de esperarse, hizo cosas maravillosas una vez más.
No te vayas sin probar el sorbete preparado con fruta fresca de temporada, el cheesecake de mamey con crema de pixtle, la tarta de maracuyá y coco, el pay de plátano con chocolate y la tarta de higo con helado.
Pregunta por una bebida perfecta para la ocasión y disfruta de bocado o sorbo en este restaurante que promete tanto, y en donde el tiempo pasa tan tranquilamente siempre que la mesa está llena y estás compartiéndola con alguien.
El ambiente desenfadado y todos los burrotis.
Los vinos blancos y rosados de Baja California.
Pronto abrirán un segundo nivel, que llevará otro nombre, donde el concepto será más cercano al de Fauna.
Pide una mesa cerca de la barra y sé testigo del espectáculo que da la coctelería de la casa.
Dónde: Monte Athos 396, Lomas de Chapultepec, CDMX.
Cheque promedio: $1400.