Aduana Vasconcelos, el restaurante donde además de probar platillos tradicionales mexicanos, conocerás la historia de la casa de José Vasconcelos.
Aduana Vasconcelos, el restaurante donde además de probar platillos tradicionales mexicanos, conocerás parte de la historia que se preserva en este edificio tan colonial que fue la casa de José Vasconcelos.
Por Sonia América / Fotos cortesía Aduana Vasconcelos
Desde los balcones de una casona ubicada en la esquina de la turística y transitada calle 59, en el estado de Campeche, José Vasconcelos veía trabajar a su padre en lo que en ese entonces era la Aduana, a donde llegaban todas las embarcaciones.
Adentro, Vasconcelos pasaba sus días rodeado de libros, ya que en esa época cursaba la secundaria en el Instituto Campechano, donde actualmente hay una estatua en su honor.
Pero ahora en este edificio se encuentra el restaurante de cocina tradicional mexicana Aduana Vasconcelos, donde además de probar los platillos más representativos de México conocerás de cerca las anécdotas que se conservan de lo que fue el hogar del primer secretario de Educación de México y ex rector de la UNAM.
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Desde que llegas a Aduana Vasconcelos puedes pedir a los meseros un recorrido por cada uno de los salones de la casona, ellos te hablarán de la vida de Vasconcelos y también de la historia y tradiciones de Campeche y otros estados del país.
Es un restaurante con comida de México, pero también se vuelve un museo decorado con accesorios representativos del país, fotos del Campeche del siglo XIX, cuando Vasconcelos vivió en la también conocida como “ciudad de los piratas”, así como libros y enciclopedias mexicanas.
Mientras contemplas la decoración, ordena como entrada los tacos de costra de queso y café, son un imperdible, sobre todo si eres de los que se atreven a probar combinaciones inusuales.
El secreto de estos tacos, dice el chef Gustavo Quiane, es dejar el queso Oaxaca sobre la plancha hasta que se haga una costra y espolvorearle un poco de café. Se procede a servirlo sobre una tortilla de maíz hecha a mano y se añade la longaniza de Valladolid para resaltar los sabores.
Las primeras mesas de Aduana Vasconcelos se encuentran sobre la calle 59, antes llamada América; es un corredor turístico con casas coloniales pintadas en tonos pastel, de las más famosas y transitadas en Campeche, ya que ahí se encuentran edificios tan emblemáticos desde la Colonia, como la Casa del Teniente Rey, la iglesia de San Francisquito y, por supuesto, lo que fuera casa de José Vasconcelos.
Además, cuenta la leyenda que, en aquel entonces, cuando los piratas saqueaban las casas este era el camino que recorrían cargados de las pertenencias más valiosas de la gente.
Mientras escuchas las leyendas, prueba una horchata con mezcal de guayaba para refrescarte, al tiempo que contemplas los coloridos edificios de la calle 59.
En la entrada, tendrás tu foto muy “instagrameable” a un lado de los sombreros de jipijapa, son muy populares porque se elaboran en las cuevas de Bécal, una región ubicada a 95 kilómetros de la capital de Campeche.
Adéntrate en la cultura culinaria de Campeche y prueba la salsa maya sikil pak, hecha con jitomates asados, pepita de calabaza, chile habanero y naranja agria.
“En México se pone el guacamole al centro, pero aquí en la península tenemos el sikil pak. En las cantinas lo ocupan para degustar con las cervezas, digamos que es el guacamole peninsular”, comenta el chef.
¿Quieres conocer un poco de Oaxaca? Recorre el salón que tiene una pared tapizada con platos de barro natural, son utensilios muy tradicionales en el estado, tanto como las tetelitas que también podrás probar cuando visites Aduana.
De acuerdo con el gerente Jared Peet, muchos de los comensales llegan al restaurante específicamente para probar este platillo, uno de los más representativos por el estilo con el que se cocina.
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Lo que hace especial a este platillo es el mole, pues éste se prepara desde cero en Aduana. El chef nos comparte la receta.
Sazona el mole con manteca de cerdo y agrega los chiles secos, guajillo y pasilla.
Añade cacahuate, plátano macho, pan tostado tatemado y tortilla. Sofríe, cuela y agrega el chocolate.
“Es un proceso largo, ya que el tiempo de preparación del sofrito es de 5 a 6 horas, pero vale la pena la espera”, menciona el chef.
Una vez terminado el sofrito, coloca la hoja santa y encima extiende una capa de masa, rellena con huitlacoche, chicharrón prensado, frijol colado (típico de Yucatán), envuelve en la hoja santa y cocina a vapor de 12 a 15 minutos.
Monta el platillo sobre una base de guacamole y cubre con el mole sofrito. Acompáñalo con cebolla de la península, queso Cotija y tierra de cebolla. Definitivamente tendrás una explosión de sabores en tu paladar.
“Cocina con historia” es el lema de Aduana Vasconcelos y no existe mejor frase que los defina. Alista todos tus sentidos para disfrutar de los sabores de la República Mexicana, mientras admiras los elementos históricos atesorados en este colonial sitio ubicado a sólo unos pasos del malecón de Campeche.
“Será como si estuvieras comiendo en un museo donde puedes agarrar uno de los libros que tenemos en los salones, tomar tu copa de vino y observar lo que se encuentra a tu alrededor, porque todo tiene un porqué”, concluye el gerente Jared Peet.
Dónde: Calle 59 esq. calle 8. Centro Histórico, San Francisco de Campeche