En el mundo de las especias no es fácil ahorrar. Azafrán, vainilla y pimienta son algunas que sorprenden no sólo por su sabor, sino por sus altos costos. Hoy hablaremos de la canela, en cuyas variedades sólo se puede escoger entre caras y… más caras.
Por Michelle López – @michonacloud
La canela es una especia particularmente costosa, sobre todo cuando viene en varitas. Esta presentación alcanza precios mucho más altos que sus versiones en polvo, a veces incluso llegando al doble – una onza (aproximadamente 28 gramos) de canela en polvo ronda los tres dólares, mientras que una onza de varitas puede sobrepasar los siete.
Muchos factores entran en juego. Las especias suelen pasar por varias manos antes de llegar a las tiendas y hogares: la mayoría provienen de regiones asiáticas y su siembra, cultivo, procesamiento y transporte contribuyen a incrementar el precio. Además, al momento de su extracción la canela es más delicada, por lo que además hay que tener cuidados especiales que también requieren inversión e influyen en cómo se cotiza.
Los costos finales son también fijados por las tiendas, lo cual abre el espacio para la búsqueda de ganancias personales. Cada distribuidor debe recuperar los costos de adquisición y transporte y además obtener un margen propio.
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La demanda de varitas de canela es menor, probablemente por su alto precio, por lo cual los productores deben encarecerla aún más para que se mantenga redituable.
Pese a su elevado costo, vale la pena invertir en una canela de buena reputación – esto nos asegura que no se trata de un producto adulterado o de baja calidad. Una elección segura se reflejará en el sazón final de un platillo.