Llega un momento en el que las penas sufridas se apremian y el más grande gozo purifica nuestra alma cansada. Entre más bondad exista en una persona, mayor será la recompensa. Este, al menos, es el caso de Tita en los últimos dos capítulos que corresponden a esta entrega.
Los últimos dos capítulos de este libro nos dejan unos frijoles gordos con chile a la tezcuana, sorbete de jazmín y chiles en nogada.
Llega un momento en el que las penas sufridas se apremian y el más grande gozo purifica nuestra alma cansada. Entre más bondad exista en una persona, mayor será la recompensa. Este, al menos, es el caso de Tita en los últimos dos capítulos que corresponden a esta entrega.
Por Alejandra Alfaro @alejalfa
Pocas cosas reflejan el amor hacia los demás como preparar una deliciosa y considerada comida de la manera en la que nuestra protagonista lo hacía. Para replicar esa pasión tan grande de Tita y calmar el alma, sus recetas serán la guía.
Si los frijoles tardan en cocerse hay que procurar tener pensamientos que vengan del corazón.
1. A los frijoles primero se les tiene que dar cocimiento con tequesquite, y después de lavados se ponen nuevamente a cocer junto con pedacitos de carne de puerco y chicharrón.
2. Se pone a freír la cebolla picada en manteca. Al dorarse se le agrega ahí mismo el chile ancho molido y sal al gusto.
3. Ya que sazonó el caldillo se le incorporan los frijoles junto con la carne y el chicharrón.
4. Al servirse se les pone queso rallado y se adornan con hojas tiernas de lechuga, rebanadas de aguacate, rabanitos picados, chiles tornachiles y aceitunas.
Algo dulce para alegrar los corazones rotos.
1. Se machaca un ramo de jazmines y se echa en tres cuartillos de agua con media libra de azúcar, mezclando bien.
2. Estando bien disuelto el azúcar se cuela la mezcla por un lienzo tupido y después se echa a helar en la sorbetera.
Si se prepara correctamente puede encender el alma de quien sea que lo coma.
Extras: Un durazno, una manzana, Comino, Pimienta blanca, sal, azúcar.
1. Las nueces se deben empezar a pelar con unos días de antelación, pues el hacerlo representa un trabajo muy laborioso, que implica muchas horas de dedicación.
2. Después de desprenderles la cáscara hay que despojarlas de la piel que cubre la nuez. Se tiene que poner especial esmero en que a ninguna le quede adherido ni un solo pedazo, pues al molerlas y mezclarlas con la crema, amargarían la nogada, convirtiéndose en estéril todo el esfuerzo anterior.
3. Ya que se tienen todas las nueces peladas, se muelen en el metate junto al queso y la crema. Por último se les pone sal y pimienta blanca al gusto. Con esta nogada se cubren los chiles rellenos y se decoran después con granada.
Para el relleno:
1. La cebolla se pone a freír en un poco de aceite. Cuando está acitronada se le agrega la carne molida, el comino y un poco de azúcar.
2. Ya que doró la carne, se le incorporan los duraznos, manzanas, nueces, pasas, almendras, acitrones y el jitomate picado hasta que sazone.
3. Cuando ya sazonó se le pone sal al gusto y se deja secar antes de retirarla del fuego.
4. Por separado los chiles se ponen a asar y se pelan. Después se abren por un lado y se les retiran las semillas y las venas.
Fuente: Esquivel, L. (1989). Como agua para chocolate. México.