Ya sea como plato principal o como condimento, las hierbas comestibles son esenciales a la hora de preparar nuestros alimentos. Claro ejemplo de éstas son […]
Ya sea como plato principal o como condimento, las hierbas comestibles son esenciales a la hora de preparar nuestros alimentos. Claro ejemplo de éstas son el cilantro o el epazote, las cuales se utilizan en la mayoría de las cocinas mexicanas. No obstante, existen hierbas que, pese a su gran sabor y propiedades benéficas para la salud, son infravaloradas en el mundo culinario. A continuación te presentamos las siete hierbas comestibles más infravaloradas dentro de la cocina mexicana.
Por Scarlette Trejo
El pápalo es un quelite cuyas hojas verdes, aromáticas y de sabor fuerte, asemejan las alas de una mariposa. Su nombre proviene del náhuatl “Papaloquílitl”, donde “pápalotl” significa mariposa, y “quilitl”, quelite o hierba comestible. El consumo del pápalo proviene desde mucho antes de la época prehispánica, en donde se comía como verdura. Su sabor es fuerte y amargo. En la cocina mexicana se utiliza en sopas, salsas, frijoles y ensaladas. Se recomienda consumirlo en crudo en compañía de aceite de oliva y sal de grano: de esta manera su sabor natural resalta en el paladar.
Por su gran sabor, en México es común ver esta hierba en taquerías y puestos de antojitos mexicanos.
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– Alivia dolores de muela.
– Mejora los problemas de la vista.
– Controla los niveles de colesterol.
– Ayuda a combatir la anemia.
– Funciona como anticancerígeno
El berro es una hierba comestible de origen europeo; sin embargo, es también cultivada en América. Posee tallos carnosos y huecos y su planta es frondosa y con segmentos irregulares. El berro es una planta acuática que se ha cosechado desde tiempos remotos para consumo humano. Posee un sabor bastante fuerte y amargo. En la cocina es utilizado en ensaladas, salsas, potajes o en cremas de verduras, a las que aportan su característico sabor.
– Combate la anemia.
– Mejora la flora intestinal.
– Ayuda a desinflamar el tracto respiratorio.
– Estimulante del cuero cabelludo
– Excelente diurético y depurativo.
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La chaya es un arbusto nativo de México, especialmente de Tabasco y la Península de Yucatán. También conocida como la “espinaca maya”, esta planta se consumía desde la época prehispánica (se le mezclaba con maíz y semillas de calabaza, en una especie de tamal). Actualmente, la chaya también se prepara en guisos, sopas o como envoltura de tamales, e incluso en aguas frescas. Su sabor es suave y similar al de la espinaca, por lo que es ideal para preparar en ensaladas. No obstante, se debe tener sumo cuidado con su consumo, pues contiene una sustancia tóxica similar al cianuro. Para evitar la intoxicación, es preferente consumirla cocida.
– Rica en vitamina C.
– Combate el estrés.
– Fuente de energía.
– Excelente depurativo.
También llamado chepil, el chipilín es una hierba comestible considerada un quelite. Ésta es muy utilizada en la gastronomía de Oaxaca, Chiapas y Tabasco; por su gran sabor, sirve también como hierba aromática. Otra de sus características es su fácil reproducción: como crece de manera silvestre, es de muy fácil acceso. Es alta en hierro, calcio y betacarotenos, su sabor es fuerte y amargo.
– Eficaz en el tratamiento de la gonorrea.
– Combate el insomnio.
– Ayuda con problemas de reumatismo.
La hoja santa, o hierba santa, es una planta originaria de Sudamérica. Su nombre fue acuñado por sacerdotes españoles que quedaron sorprendidos por sus múltiples propiedades medicinales. A diferencia de muchas hierbas medicinales, la hierba santa tiene un sabor agradable, por lo que también se utiliza como saborizante en alimentos y jarabes para la tos. En la cocina, se utiliza en moles, cochinita pibil, etc.
– Combate la tos.
– Eficaz en el tratamiento de la tuberculosis.
– 2Ayuda con el dolor de articulaciones.
El poleo es una especie de menta que pertenece a la familia de las lamiáceas. En México esta hierba crece en estados del sur de México como Guerrero y Oaxaca, principalmente en zonas boscosas. Posee un aroma fuerte, fresco y herbal. En gastronomía se utiliza para preparar moles, caldos, sopas y bebidas como infusiones y aguas frescas. El poleo posee múltiples cualidades medicinales, siendo la cura de la resaca una de las más sobresalientes.
– Disminuye la fiebre.
– Cura la resaca.
– Combate bacterias.
– Elimina el estreñimiento.
– Regula el ciclo menstrual.
Conocida como Hierba de Tláloc, Santa María o yerbanís, el pericón es una hierba originaria de México y Guatemala. Esta hierba es perteneciente a la familia de las perennes erectas; posee tallos lampiños desde la base y sus hojas lucen enteras. Es usual encontrarla de manera silvestre en campos y pastizales. Su sabor es fresco y parecido al del anís. En gastronomía se utiliza para sazonar elotes y pozoles, aunque también es utilizado como colorante en la preparación de atoles.
– Cura la diarrea.
– Elimina dolores de estómago.
– Calma cólicos menstruales.
– Auxiliar en el tratamiento de tifoidea.
– Alivia la indigestión.
Ahora que conoces un poco más de ellas, ¿con cuál te atreverías a cocinar?