Si tienes resaca, es un alivio; si mueres de hambre, te volverás a servir una y otra vez.
Aunque tiene un nombre que posiblemente no te resuene, el chipachole es un platillo típico de algunas costas mexicanas. Por cocinarse con mariscos frescos es ideal para la Cuaresma y, por su picor y consistencia saciante, un gran aliado para cualquier tipo de resaca.
De acuerdo con el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, de Larousse, es un caldo de jaiba, camarón o pescado (o todos juntos) condimentado con epazote, chile chipotle, jitomate y masa de maíz que se usa como espesante.
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De acuerdo con esta publicación especializada en culinaria mexicana, el chilpachole se sirve en grandes tazones o platos hondos con jaibas cocidas dentro del mismo caldo y suele comerse como plato fuerte.
Se trata de un guiso muy común en la región de Sotavento, Veracruz, así como en varias zonas de Tamaulipas. Su receta es de conocimiento común y, aunque no es exclusivo para días de fiesta, sí es popular para recuperar el estado general de alguien con cruda. Lo picante del chileancho con que se sazona, así como la consistencia de atole que le da la masa de maíz, lo vuelven ideal para estos tortuosos menesteres.
De acuerdo con el periodista intelectual veracruzano Francisco Javier Santamaría (1886-1963), la palabra chilpachole proviene del náhuatl chilli, que significa “chile”, y patzolli, que se traduce como “cosa enmarañada o revuelta”.
Aunque no estés en Veracruz, ni en Tamaulipas, puedes hacer esta receta en tu cocina. A continuación te damos algunos tips para que lo logres, con todo el sabor de la costa del Golfo:
Recuerda que debes conseguir chiles guajillos, chipotles y anchos completamente secos. Luego debes poner a hidratarlos en agua tibia por al menos 20 minutos.
Una vez que estés suaves y flexibles, asa jitomates con cebolla y ajo en un sartén con aceite vegetal. Luego muele los chiles junto con los jitomates, la cebolla y el ajo.
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Pon a cocinar en una cacerola esta salsa, junto con la jaiba, el pescado o los camarones que serán los protagonistas del caldo. No olvides sazonar con sal y pimienta al gusto.
Agrega agua, en la misma proporción de lo que tengas de salsa. Luego añade papas cambray y epazote para aromatizar. Podrás retirar tu chipachole del fuego sólo hasta que las papas estén cocidas.
¡Listo! A disfrutar de un delicioso caldo con mariscos, picante y mucho espesor, que te hará sentir de nuevo en la playa.
Foto principal de Flickr/MariaValdez