No solo son saludables y deliciosos: estos ingredientes también pueden contribuir a que se regulen tus ciclos irregulares de sueño.
El encierro a causa de la pandemia de coronavirus que azota al mundo ha traído como consecuencia que millones de personas tengan ciclos irregulares de sueño. Esto, en gran medida, responde a factores psicológicos para los que lo más recomendable es buscar algún tipo de contención profesional en línea o mediante consultas vía telefónica.
No obstante, la alimentación también puede ayudarnos a regular de mejor forma nuestros ciclos de sueño.
A continuación te hacemos una lista de algunos insumos que podrías incluir en tu dieta cotidiana, para conseguir una mejor calidad de sueño y descanso:
Que no te gane el prejuicio de que son frutas con muchas calorías. Pon en una balanza el hecho de que dormir mejor en estos días debe ser tu prioridad. Mientras que 100 gramos de plátano aportan 85 kcal, la misma cantidad de una manzana provee de 48 kcal. Tampoco es como que la diferencia sea abismal.
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Esta fruta puede ayudar a que concilies mejor el sueño, básicamente, por su contenido de triptófano, que es un aminoácido que el cuerpo no consigue producir por sí mismo. Si lo consumes de forma externa te puede ayudar a producir Vitamina B3 y serotonina, que a su vez te auxiliarán con la regulación de tu sueño.
Un puñado de este alimento también puede ser activador de un sueño más placentero. La razón: también contiene triptófano. Adicionalmente dotan de magnesio, lo cual es bueno para los mismos fines.
Recuerda que antes de dormir debes guardar al menos una hora u hora y media, en lo que haces digestión. Quizá si te comes las almendras y te acuestas de inmediato no surtan el mismo efecto tan pronto.
Este producto no solo es fuente de fibra y te ayuda a prevenir problemas del sistema cardiovascular, sino que también estimula la producción de melatonina. Esta sustancia puede ser producida por nuestro cuerpo, pero cuando hay deficiencias de ella puedes conseguirla por otra vía: comiendo. Se trata de una hormona implicada en la regulación de la oscilación entre sueño y vigilia, por lo que ser asiduo a ingredientes que la contengan es benéfico para el momento en que toques la cama por la noche.
La glucosa de la miel natural ayuda en un proceso que facilita la relajación de tu cuerpo. Esto se debe a que, una vez que la consumes, manda una señal a tu cerebro, indicándole que debe disminuir la función de una sustancia llamada orexina, que está relacionada con la vigilia.
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Llena un vaso con leche tibia, endúlzala con miel natural, ¡y a dormir!
Quizá ya habías escuchado hablar de esta alternativa. Las cerezas son aliadas para evitar el insominio. En este caso no por el triptófano, sino más bien porque son fuente de melatonina, que también es una sustancia que mejora los ciclos de sueño.
¿Qué tal un cuenco con yogurt griego, cerezas frescas bien lavadas y un puñado de avena? Sin duda es una combinación ganadora.