Los hongos han sido parte de nuestra cultura desde tiempos inmemoriables y existen muchísimas variedades comestibles que no son tan conocidas. A continuación, te presentamos 5 variedades mexicanas que tienes que probar.
Por Daniela Díaz @medicendaany
Hongo escobeta
El hongo escobeta es procedente de los Montes del Valle en Tlaxcala es distinguido por su forma de Coral de color blanco o rosa, además de su peculiar sabor suave y delicado, similar al pollo. Normalmente se utiliza para hacer quesadillas o en el arroz.
No se debe preparar en largas cocciones, si se quiere mantener su forma.
Hongo Pante
La montaña “La Malinche” en Huamantla ha guardado en sus faldas este hongo con tallo ancho, grande y carnoso. Su sabor es parecido al de la costilla de res y su preparación ideal es asado en el comal o guisado con ajo, cebolla y epazote.
La mejor forma de consumirlo es en tacos.
Hongo Coloradito
Este hongo tiene una forma cónica como de trompa de cochino y de color rojo ladrillo, también es originario de la montaña “La Malinche”, en Tlaxcala. Su sabor suave como el pollo destaca guisado en salsa verde o de jitomate, pues su consistencia similar al tofu resiste grandes cocciones.
Hongo Yemita
Destaca sobre muchos por su prestigiado sabor a rib-eye, además de ser atractivo por su forma de sombrilla con la cabeza redonda y su llamativo color amarillo intenso. Generalmente se asa en comal o se saltea con ajo y cebolla para taquear o acompañar algún corte.
Hongo Huitlacoche
También conocido como Cuitlacoche, este hongo es uno de los más representativos y conocidos de nuestro países. Es procedente de las mazorcas y tiene un color azul/gris que llama la atención de todos los campesinos cuando lo ven. Su sabor es intenso y ahumado. Para comer el “alimento de los dioses” existen diferentes maneras, sin embargo la más común es en quesadillas.