En el estado de Guerrero, cada jueves pozolero, muchas familias y amigos se reúnen para comer pozole verde o blanco. Visitamos Iguala y conocimos algunas historias y leyendas sobre el origen de esta tradición.
Pozole cura crudas
Una de las historias dice que esta tradición empezó en la década de los ochentas, cuando una famosa discoteca de Acapulco abría sus puertas los miércoles por la noche y muchos restaurantes alrededor empezaron a ofrecer pozole, por ser un platillo rendidor, para las personas que bebían de más y acudían a curarse la cruda.
La última cosecha de maíz
Otra historia dice que el jueves pozolero nació en la montaña de Guerrero, donde en septiembre, los agricultores recogen la última cosecha de maíz.
Sin embargo, por clima de la zona y la naturaleza del cultivo, existía la costumbre de apoyar a las personas que no les había ido bien en sus siembras.
Por ello, los miércoles por la noche, reunían las sobras de las familias y se realizaba una gran comida comunitaria, para que todos comieran y así evitar el desperdicio.
En estas celebraciones, que se alargaban hasta el día siguiente, y como siempre sobraba mucho maíz, era cuando les pedían los jueves recalentar el platillo con más espesor y sabor.
Jueves pozolero, día de pago de jornaleros e inicio del fin de semana
Otra versión señala que los jueves era el día de pago de los jornaleros, quienes después de cobrar su sueldo, iban a comer a cocinas donde preparaban pozole.
Por su parte, el cronista de Iguala, Guillermo de la Cruz, señala que, en el siglo pasado, las familias las familias de esta región acudían a comer pozole blanco o verde después de ir a misa los domingos.
Después, se les ocurrió cambiar de día esta costumbre a los jueves para la hora de la comida, de esta forma, los trabajadores ya no regresaban a la oficina y agarraban la fiesta para dar inicio al fin de semana.
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De blanco a verde
Una historia más, cuenta que la preparación en restaurantes era la versión blanca los miércoles, pero como sobraba mucho, se le añadía mole verde para ofrecerlo al día siguiente (jueves) como un platillo nuevo.
El abrazo de Acatempan
Algunas personas señalan que el origen del jueves pozolero data de 1821, en Teloloapan, el día en que se reunieron Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide para el famoso abrazo de Acatempan.
Esta fecha cayó en jueves y los generales decidieron tener una comida con sus tropas, mataron un cerdo para que lo cocinaran y celebrar, mientras la población les ofreció pozole en cazuelas de barro.
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El origen del pozole
Existen diversos testimonios de curas españoles que llegaron a México después de la conquista. Fray Bernardino de Sahagún escribió que nuestros antepasados preparaban este platillo con carne de los prisioneros sacrificados.
Su origen data desde la época de los aztecas, para quienes se trataba de una comida exclusiva que sólo se preparaba en ocasiones especiales como en ceremonias religiosas, además de que únicamente los de más alto nivel, como el emperador o los sacerdotes, podían comerlo.
Desde aquellos tiempos, utilizaban el maíz cacahuacintle para elaborar este caldoso plato.
Elaboración del pozole
Visitamos Finca Linaloe, uno de los lugares más tradicionales para comer pozole verde y blanco en Iguala.
Ahí nos contaron más sobre el proceso de elaboración de este platillo.
En primer lugar, se precoce el maíz en agua con cal y se apaga al primer hervor para dejarlo reposar toda la noche.
Este paso ayuda a que, al día siguiente, los granos puedan ser pelados más fácilmente en un chiquihuite, para quitarles una fina tela que los cubre.
Después, se le quita la cabeza a cada grano y se pone a cocer la carne de pollo o cerdo con los granos precocidos.
Cuando el maíz está cocido se dice que “abre”, lo cual quiere decir que está listo.
Al final se le agregan condimentos como ajo, cebolla y en el caso del verde, pepitas molidas.