El toffee es uno de los dulces más reconocidos y apreciados del mundo. Con una textura característica que combina lo crujiente con lo pegajoso, se ha convertido en un imperdible durante la temporada navideña. Este caramelo ha conquistado paladares desde hace siglos. Pero, ¿cuál es el verdadero origen de este dulce tan icónico? En esta nota exploraremos las raíces históricas del toffee, su evolución a lo largo del tiempo y el arte detrás de su elaboración.
Por: Desiree Perea
El arte de hacer un buen toffee
El término “toffee” aparece documentado por primera vez en el siglo 19, aunque el concepto de caramelizar azúcar tiene una historia mucho más antigua. El toffee, tal como lo conocemos hoy, tiene sus raíces en Inglaterra. Realmente no existe una historia concreta acerca de su creación; sin embargo, los ingredientes originales eran únicamente azúcar y mantequilla.
La simpleza de la lista de ingredientes podría representar una receta fácil. La realidad es que un buen toffee no se logra fácilmente. Aquí, es básico el dominio de la temperatura al momento de fundir el azúcar. Este dulce tiene como característica principal mantener cierta suavidad, debe ser un caramelo que se pueda disfrutar sin obstáculos.
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Características que lo hacen un caramelo irresistible
Una vez que se hizo oficial este caramelo, no tardó en compartirse con el resto del mundo. Su aceptación fue realmente fácil, pues el toffee se mantiene simple, pero con un equilibrio perfecto. A simple vista, tiene un color café claro y suele presentarse en piezas de no más de 3cm. También es importante mencionar que el toffee ha experimentado numerosas variaciones en su receta y preparación. Tradicionalmente se pueden encontrar dos versiones, donde la diferencia radica en la textura:
- Macizo: Se caracteriza por ser crujiente, se obtiene al cocinar la mezcla de azúcar y mantequilla a temperaturas más altas.
- Blando: Su textura es más pegajosa, pues se incorpora crema de leche en la receta.
Evolución y propuesta del toffee contemporáneo
Aunque sus raíces son británicas, el toffee se ha adaptado a diferentes culturas. Esto ha permitido que cada lugar pueda aprovechar ingredientes locales para complementar los sabores del caramelo. Por ejemplo, actualmente es posible encontrarlo con cacahuates o nueces. También se puede completar el sabor con esencias o licores.
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El toffee es el dulce de temporada que no puede faltar en tu casa. Esta tradición ha perdurado durante años, incluso abriendo las puertas a nuevas propuestas. Desde mezclarlo con frutos secos, chocolate hasta la posibilidad de incluirlo en postres y bebidas. De esta manera, se ha logrado adaptar a las preferencias de cada generación, lo que ha ayudado a su preservación. Ya sea que lo disfrutes solo o como parte de un postre, el toffee siempre será un deleite para los sentidos.
