La salsa molcajeteada es un elemento clave en la cocina mexicana. A continuación, te presentamos cinco consejos prácticos para lograr una salsa molcajeteada auténtica, desde la comodidad de tu hogar y sin usar tantos ingredientes.
¿Por qué tener una salsa molcajeteada a la mano?
Por varias razones, pero especialmente porque es básica para cualquier desayuno, comida o cena que pretendan ser mexicanos.
¿Te imaginas unos huevos mañaneros sin ella? ¿O quizá unos tacos de ejotes y nopales sin salsa molcajeteada? ¿Qué tal unos dorados de barbacoa sin ella en la mesa?
La salsa molcajeteada no solo es esencial porque nos importa a todos, sino porque al incluir al molcajete en su confección, también lleva en sí misma una anatomía para la que la mineralidad es esencial.
La salsa de molcajete es indispensable para pensar en nuestros sabores, sin dejar de lado la tradición. Ahora bien: aunque parezca muy sencilla de hacer, precisa de algunos lineamientos importantes para su elaboración. Acá te contamos de los principales.
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Toma en cuenta que lo principal es contar con los ingredientes pero, antes que todo, con un molcajete en buen estado que en alguna medida contribuya con la mineralidad de la salsa. Por eso la molcajeteada es tan especial. ¿Listo para preparar una?
1. Selecciona ingredientes frescos y maduros
La frescura de los ingredientes es esencial para una salsa molcajeteada auténtica. Opta por tomates maduros, chiles frescos y cilantro en su punto de verde. Esto garantizará un sabor más intenso y equilibrado en tu salsa.
2. Tuesta los ingredientes para potenciar su sabor
Antes de comenzar la molienda en el molcajete, tuesta los ingredientes sobre una superficie caliente. Este paso resalta los sabores naturales y agrega un toque ahumado a la salsa. No olvides voltear los ingredientes para asegurar un tostado uniforme.
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3. Ajusta la cantidad de chiles
El nivel de picante de la salsa molcajeteada depende de la cantidad y tipo de chiles que utilices. Ajusta la cantidad según tu preferencia personal para lograr el equilibrio perfecto entre el sabor y el nivel de picante deseado.
4. Añade sal gradualmente
La sal es un componente clave en la salsa molcajeteada, pero su cantidad puede variar según tus preferencias. Agrega sal gradualmente mientras pruebas la salsa para ajustarla según tu gusto. Esto te permitirá controlar el nivel de salinidad y lograr una salsa bien equilibrada.
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5. Experimenta con combinaciones de hierbas y especias
Si bien la receta tradicional de salsa molcajeteada incluye cilantro, no dudes en experimentar con otras hierbas y especias. Perejil, epazote o incluso un toque de comino pueden añadir profundidad de sabor a tu salsa.
Con estos consejos simples, estarás listo para crear una salsa molcajeteada auténtica que elevará tus platillos mexicanos. Desde la elección de ingredientes frescos hasta la experimentación con sabores adicionales, cada paso contribuirá a una molcajeteada única y deliciosa que potenciará tus creaciones culinarias.