Las marquesitas son un postre típico de la región de Yucatán, México, que se ha convertido en un símbolo de la gastronomía local. Este delicioso manjar se remonta a principios del siglo XX, cuando las familias yucatecas comenzaron a venderlas en las calles como una forma de generar ingresos adicionales.
La preparación de las marquesitas es bastante sencilla. La masa se elabora con harina de trigo, leche, huevos y azúcar, creando una mezcla suave y untuosa parecida a la de los hot cakes. Esta masa se vierte en una plancha caliente, donde se extiende y se deja cocinar hasta que adquiera una textura crujiente por fuera pero tierna por dentro.
El relleno es lo que distingue a las marquesitas. Tradicionalmente se rellenan con queso de bola, también conocido como Edam, que se derrite con el calor de la masa recién cocida. El queso aporta un sabor cremoso y ligeramente salado que contrasta perfectamente con la dulzura de la masa y el topping de cajeta o lechera que se le añade.
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Marquesitas, un postre de sabor y forma únicos
La forma característica de las marquesitas es otro elemento que las hace únicas. Se enrollan en forma de tubo, similar a un canuto, lo que las hace fáciles de sostener y comer mientras se pasea por las calles o se disfruta de un evento local.
El sabor de las marquesitas es una combinación exquisita de dulce y salado. La masa, ligeramente caramelizada en el exterior, contrasta con la cremosidad del queso derretido y el dulzor de la cajeta o lechera. Cada bocado es una explosión de sabores y texturas que deleitan el paladar y satisfacen los antojos más exigentes.
5 lugares donde comer marquesitas en la CDMX
Hoy en día, las marquesitas se han convertido en un ícono de la cultura yucateca, presentes en ferias, mercados y eventos tradicionales. Además del relleno clásico de queso y cajeta, se pueden encontrar variantes con Nutella, mermelada, crema de avellanas y una variedad de ingredientes dulces y salados que añaden nuevas dimensiones de sabor a este delicioso postre.
En resumen, las marquesitas son mucho más que un simple postre; son un reflejo de la rica tradición culinaria yucateca, con una historia centenaria y un sabor inigualable que cautiva a locales y visitantes por igual.
