La llegada de la primavera nos indica una cosa: es momento de comer mango. Oficialmente es posible encontrar esta fruta primaveral para llevar a casa y disfrutar de la frescura de la temporada. Sin duda la temporada de calor puede ser abrumadora, pero no hay por qué sufrirla; la frutas jugosas se convertirán en tu mejor aliado. Escoger mangos maduros es clave para disfrutar del sabor y aroma en su mejor punto. En esta nota, te revelamos los secretos que te ayudarán a identificar un mango en su mejor momento. Además, la importancia de almacenarlos correctamente para prolongar su frescura.
Por: Desiree Perea
Indicativos que hacen destacar a los mangos maduros
Una de las frutas favoritas del año llega con la primavera. El mango es una explosión de sabor y color. Su pulpa es suave, jugosa, dulce y con un aroma que lo hace irresistible. Elegir mangos maduros no solo consiente al paladar, sino que también maximiza sus beneficios nutricionales.
Al elegir piezas en su punto, sus propiedades también se potencializan. Son ricos en vitaminas A y C, fibra y antioxidantes. Estas son las 3 claves que te permitirán llevar a casa las mejores piezas. Además, los mangos maduros, al ser de una fruta de temporada, también suelen mejorar su precio.
1. Aroma
El olor de una fruta fresca es inconfundible. De hecho, uno de los signos más confiables de madurez en las frutas es el aroma. En el caso del mango, debe poder identificarse un aroma dulce y afrutado al instante. Lo mejor es oler la base, donde se encuentra el tallo, ahí es donde el aroma se libre. Este aroma es un indicio de que la pulpa está en su punto óptimo de maduración. Si no tiene olor, es probable que aún necesite tiempo para madurar.
2. Textura
El tacto es el sentido que puede ayudarte a evaluar las mejores piezas. De hecho, funciona para la mayoría de la frutas. La textura de un mango maduro debe ceder ligeramente a la presión suave de los dedos. No debe sentirse ni demasiado duro ni demasiado blando. Si está demasiado duro, significa que aún está verde y le falta madurar. Por el contrario, si está demasiado blando, es probable que esté pasado.
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3. Color
Una vez identificado el tipo de mango, también es posible reconocer las piezas maduras por su color. Por ejemplo, el mango Ataulfo o el Manila, deben tener una piel de color amarillo brillante y uniforme, sin zonas verdes. Si vas a comprar el mango Paraíso, la mayor parte de su piel debe ser roja. Para todos casos, lo mejor es evitar los mangos con manchas verdes pálidas o marrones.
No permitas que se echen a perder
Las frutas de temporada sí o sí deben aprovecharse durante el tiempo que están disponibles. Aprender a comprar mangos maduros no solo te permitirá disfrutar al máximo de su sabor y propiedades, sino también es una gran forma de ahorrar dinero. Lo mejor es planificar el consumo para así elegir las piezas adecuadas.
Si buscas que la fruta te dure más es casa, puedes elegir algunas piezas ligeramente verdes y dejar que se maduren en los siguientes días. Los mangos verdes deben mantenerse a temperatura ambiente para no interrumpir su proceso de evolución.
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En caso de contar con mangos maduros que aún no se van a consumir, entonces lo correcto es refrigerarlos. Puedes dejar las piezas completas o bien, extraer la pulpa y almacenarla en un recipiente de vidrio con cierre hermético. El frío ayuda a frenar el proceso de maduración por algunos días, pero lo ideal es consumirlos en máximo 4 días.
Elegir mangos maduros no tiene por qué ser complicado. Simplemente es cuestión de poner atención a pequeños detalles que marcan grandes diferencias. Y si a esto le sumamos los métodos adecuados de almacenamiento, podrás disfrutar de mangos deliciosos durante toda la temporada.
