
Un hotel en diálogo con la historia
En Jingdezhen, ciudad donde la porcelana ha definido la identidad de generaciones, el Taoxichuan Hotel, The Unbound Collection by Hyatt, se integra con el distrito creativo que lo rodea. Ocupa antiguos talleres y fábricas reconvertidos en espacios de creación artística, donde lo industrial, lo artesanal y lo contemporáneo conviven con armonía. La arquitectura, obra de David Chipperfield Architects, se despliega en volúmenes sobrios, silenciosos, con líneas limpias y espacios que respiran. Cada rincón invita a la contemplación, a apreciar la proporción humana y la relación entre la construcción y el entorno histórico.
Por Alexis Beard
Los interiores, diseñados por AIM Architecture, combinan madera, terracota, cuero y cerámica artesanal. Cada material transmite calor y autenticidad, mientras que los detalles, cuidadosamente elegidos, evocan el proceso cerámico: el barro, la paciencia, el fuego que transforma. Los espacios del hotel funcionan como lienzos donde la tradición se observa sin esfuerzo, donde el lujo se percibe en la calidad y la coherencia más que en la ostentación.

Habitaciones: refugios de calma
Las habitaciones actúan como refugios tras la actividad del distrito creativo. La paleta de colores se mantiene en tonos neutros interrumpidos por acentos en azul cobalto, homenaje a la porcelana que ha dado fama mundial a Jingdezhen. Desde los balcones se observa la ciudad en movimiento: talleres activos, jardines, hornos encendidos y la vida cotidiana de una ciudad de artistas que no detiene su pulso.
Cada espacio transmite equilibrio: confort moderno, amplitud, luz natural y silencio. Las suites más grandes incluyen áreas para relajarse o trabajar, con vistas que permiten contemplar la ciudad desde distintas perspectivas. El diseño logra un diálogo constante entre el interior y el entorno, convirtiendo la habitación en una extensión del barrio creativo.

Cobalt Restaurant: la porcelana en cada plato
Cobalt Restaurant representa el corazón gastronómico del hotel. La cocina se inspira en la tradición regional, reinterpretada con delicadeza y respeto por los ingredientes locales. Platos que privilegian sabores claros y técnicas precisas se sirven en vajilla de porcelana que dialoga con la historia de la ciudad. La atmósfera es luminosa y pausada, invitando a disfrutar cada bocado como un instante de contemplación. Comer en Cobalt es una experiencia donde la gastronomía y la memoria artística de Jingdezhen se encuentran en la mesa, uniendo sabor, técnica y estética en un solo gesto.
El restaurante, con sus tonos claros y detalles en azul, remite constantemente a la porcelana. Cada comida adquiere un sentido narrativo: es posible percibir cómo la tradición y la contemporaneidad se fusionan, tanto en los platos como en la vajilla, recordando que cada pieza, cada gesto culinario, forma parte de una historia más amplia.

Jingdezhen: la ciudad de la porcelana
Jingdezhen es un destino donde la historia se percibe en cada calle, taller y horno. Durante más de mil años, la ciudad ha sido epicentro de la porcelana china, y la creatividad artesanal sigue viva en la actualidad. Las calles del distrito Taoxichuan concentran galerías, estudios de artistas, hornos antiguos restaurados y mercados donde la cerámica sigue transformándose, tanto como arte como oficio.
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Participar en talleres de cerámica, visitar museos especializados o simplemente pasear entre hornos y galerías permite experimentar la ciudad desde su esencia. Cada detalle refleja la paciencia, la precisión y la dedicación que caracterizan a la porcelana de Jingdezhen. La experiencia de la ciudad combina observación y práctica, memoria e innovación, tradición y contemporaneidad.

Experiencias dentro y fuera del hotel
El Taoxichuan Hotel ofrece instalaciones que complementan la estancia: gimnasio, piscina cubierta y espacios versátiles para eventos. Cada lugar está diseñado con la misma sensibilidad que las habitaciones y áreas comunes, manteniendo coherencia estética y funcional.
El hotel actúa como punto de partida para explorar la ciudad y sumergirse en la cultura de la porcelana. Los talleres y galerías cercanos permiten interactuar con artistas, mientras que los museos ofrecen contexto histórico y técnicas. Pasear por el barrio creativo es comprender el ritmo de la ciudad, su dedicación al detalle y su capacidad de reinventar la tradición de manera constante.
Un refugio que acompaña la memoria
El Taoxichuan Hotel invita a descansar y dejarse envolver por la historia y la creación. Sus habitaciones, su gastronomía y sus espacios comunes acompañan la experiencia de la ciudad con sutileza y sensibilidad. Cada estancia se convierte en un acto de contemplación, una oportunidad para comprender cómo la tradición y la creatividad continúan moldeando la identidad de Jingdezhen. Dormir aquí significa abrirse a la memoria de la porcelana y habitarla por unos días, formando parte de una historia que sigue viva.

Para más información: https://www.hyatt.com/unbound-collection/en-US/jdzub-taoxichuan-hotel
