Atemajac de Brizuela es un acogedor pueblito fundado por toltecas, que ofrece una agradable experiencia a quien lo visita. Ubicado al sur de Jalisco y al pie de la Sierra Madre Oriental, este destino es perfecto para relajarse mientras se recorren los atractivos turísticos que ofrece.
Uno de los puntos más importantes que hay que conocer es la Parroquia de San Bartolomé Apóstol. Hecha por frailes franciscanos a finales del siglo XIX y en la que destaca un campanario lateral que le da personalidad única al zócalo del pueblo. Además del bonito quiosco blanco Art Déco rodeado de hermosas jardineras, que hacen sentir a los paseantes en una atmósfera colonial.
Otro punto imperdible es el Santuario del Señor del Ocotito, ubicado a solo 15 minutos del centro, caminando por la avenida Brizuela. Lo más llamativo de esta zona son las cuidadas estructuras antiguas de las casas que contrastan con las viejas pero llamativas casonas. Para ingresar al santuario hay que cruzar un muy cuidado jardín seguido de un pasillo que conduce a la entrada principal.
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Una anécdota de Atemajac
Además de estos llamativos templos de oración, Atemajac de Brizuela ofrece una anécdota curiosa. Tanto los habitantes como los visitantes pueden visitar la casa de Don Mateo Vázquez, en la que en marzo de 1858 se hospedó el gran héroe nacional, Don Benito Juárez García. El presidente de México detuvo su viaje para dormir arropado por la apacible calma del pueblo. Después armó a sus tropas para luego seguir su camino hacia el puerto de Manzanillo.
Para dar fe de este hecho histórico, se instaló una placa donde se detalla lo que ocurrió en aquellos tiempos. Gracias a esto, la finca es una de las mayores atracciones del pueblo. Después de la pequeña dosis de historia, es hora de visitar Las Presitas, un lugar escondido en medio del bosque, por ello lo recomendable es contratar a un guía para no perderse.
La caminata vale la pena, ya que después de subir por una pequeña colina se encuentra una laguna acompañada de frondosos árboles, que combinados crean una postal única y hermosa.
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¿Dónde hospedarse?
Para cerrar con broche de oro, hay que visitar la Quinta Tere Hotel & Gallery. Un lugar ideal para perderse un fin de semana en pareja rodeado de naturaleza y tranquilidad. Aquí existen actividades como: pasear a caballo o en cuatrimotos, volar en la tirolesa, practicar senderismo y dormir bajo las estrellas en su área de camping.
Otro espacio mágico situado entre los manantiales, valles y montañas de este destino jalisciense es Koanze Luxury Hotel & Spa, un lugar acogedor que se expande dentro de un hermoso bosque de pinos y encinos, donde reina la calma y las vistas infinitas de la belleza de Atemajac de Brizuela.
Este hotel es perfecto para tomar un respiro, vivir el autoconocimiento y la meditación en sus jardines zen, donde la vegetación endémica y el paisajismo con tinte oriental ayudan a despejar la mente e invitan a relajarse al máximo. Así que cuando regreses a Jalisco, no olvides visitar Atemajac de Brizuela para disfrutar de unos días de aventura y momentos inolvidables.