Es muy común encontrar las flores de Lavanda en fragancias, esencias y jabones pero también dentro de la cocina. Descubre varios de sus usos.
Por: Marcela Díaz A.
INFUSIÓN DE LAVANDA
Al contener propiedades benéficas para el cuerpo, como una importante concentración de minerales, vitaminas y antioxidantes, la infusión de lavanda contribuye a que tu piel luzca radiante. Además es calmante y un antiinflamatorio natural, por lo que ayuda a calmar diferentes tipos de dolores y a controlar el trastorno del sueño. Para prepararla basta con poner en agua caliente tres brotes de la planta, ya sean frescos o secos, dejarla reposar unos minutos y listo. Se vale agregarle leche.
PARA DAR UN TOQUE ESPECIAL AL AGUA
Te invitamos a infusionar tu agua con una o varias flores de lavanda, dependiendo de la cantidad. Otra idea es colocar las flores (con agua) en moldes para hielos y congelar; o introducirlas de forma directa al frasco donde guardas el azúcar.
ACEITE ESENCIAL
Bastan solo unas gotas del concentrado de esta planta para obtener todos sus beneficios. El aceite esencial se puede utilizar para un masajes, ponerlo en un difusor y aspirar su delicioso aroma e incluso hay comestibles, perfectos para agregar a bebidas y postres.
EN JABÓN
Se pueden encontrar las propiedades de la lavanda en una barra de jabón, como las que ayudan a prevenir el acné o tratan inflamaciones, quemaduras y ciertas enfermedades de la piel.
Si eres una persona con problemas de salud, es recomendable que antes de utilizar en la piel o consumir flores lavanda, lo consultes con tu médico ya que puede tener ciertas contradicciones.