Todos los mexicanos conocemos las conchas dulces: esos panes esponjosos que marcaron nuestra infancia y que siguen provocándonos grandes alegrías y nostalgias cuando los tenemos enfrente.
Es probable que tengas el recuerdo del panadero que pasaba por la tarde o noche cerca de tu casa y que puntualmente llevaba conchas de chocolate o vainilla en su cesta, todas recién horneadas. Si es el caso, quizá hayas idealizado tanto este momento de tu día, que pienses que es difícil replicarlo en casa.
Pero no lo es. Cocinar conchas dulces tradicionales es más sencillo de lo que crees. Eso sí: necesitas tener paciencia y tiempo. El proceso es fácil, pero tardado.
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Trae lápiz y papel, porque de inmediato te darán ganas de hacer conchas y deberás tener todos estos consejos a la mano.
El procedimiento
– Si quieres lograr unas 10 piezas de buen tamaño, consigue unos 350 g de harina, 100 g de azúcar morena, 120 g de azúcar glass, 100 ml de leche, 3 huevos, 100 g de mantequilla, 10 ml de esencia de vainilla o de fresa, 15 gramos de cacao pulverizado y sin azúcar, 15 g de levadura de panadero y 8 g de sal.
– Toma en cuenta que una preparación será exclusiva para el bollo de pan; la otra, para su cubierta.
– En un bowl pon unos 30 gramos de harina, junto con la levadura y 20 gramos de azúcar morena. Mezcla hasta que no veas un solo grumo. Luego agrega 30 ml de leche tibia.
– Deja que esta preparación repose por al menos 10 minutos. Tendrás que ver muchas burbujas en la superficie antes de cortar el proceso de fermentación.
– En una superficie limpia, preferentemente de madera, agrega 100 g de harina y hazle un hueco en el medio. Agrega ahí 60 gr de mantequilla a punto de pomada, la pizca de sal, un huevo y 50 g azúcar morena.
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– Amasa hasta formar una masa que no se te pegue a las manos. Cuando esto ocurra, adiciona otro huevo.
– Una vez que la masa vuelva a tomar una consistencia semifirme, vierte la leche tibia con la levadura. Para este punto, la preparación seguramente se habrá vuelto pegajosa. Pero no te alarmes, es normal. Deben pasar al menos 35 minutos de amasado antes de considerar que ya está lista para el siguiente paso.
– El resultado final, ojo, debe ser una masa suave pero elástica.
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– Unta tu masa con aceite de oliva o de canola y déjala reposar en un bowl tapado con tela por al menos una hora.
– Ahora bien, para la cobertura de las conchas, agrega en otro bowl la harina que sobre, junto con lo que quede de azúcar morena, el azúcar glass y lo último de la mantequilla a punto de pomada. Mezcla con las manos.
– Deja reposar esta masa de cobertura una hora (puedes dejarla todo el tiempo que se lleve la masa de base de las conchas).
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– Finalmente, divide por la mitad la masa de la cobertura. A una ponle la esencia de vainilla; a la otra, el cacao pulverizado. Haz bolitas que consideres que cubren por completo la superficie de una concha de tamaño promedio. Aplana las bolitas y hazles surcos con un cuchillos (también puedes usar moldes para este mismo fin; los venden en tiendas de panadería).
También puedes optar por poner cubiertas sin hendiduras. Te quedarán así.
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– Haz bollos con la masa fermentada que será de base y coloca encima las coberturas, previamente surcadas.
– Hornea por al menos 30 minutos, a 140 grados centígrados.
Te recomendamos acompañarlas de un vaso de leche fría, o de un café negro sin azúcar. ¡Tus conchas dulces serán una maravilla!
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