Este negocio rescata los sabores de la familia de un argentino que muy probablemente hayas visto detrás de la barra de Limantour.
Fue el 5 de julio del 2020, en plena contingencia por el coronavirus, cuando Pablo Pasti y Elisa, su pareja, decidieron vender por primera vez una de las pizzas que hacían. Él es argentino; ella, mexicana. En aquel entonces Pablo traía encima el peso del cierre por el covid-19 de Limantour, el bar en donde es jefe de barra, y ella había dado a luz hacía apenas unos meses. La cosa estaba complicada.
“Sabíamos que teníamos que buscar soluciones. Pero en ese momento nunca se nos ocurrió como primera opción poner una pizzería. La verdad es que un día nos reunimos con la familia de Elisa; hicimos nuestra receta para todos, como siempre, y nos dijeron que estaba tan buena que deberíamos considerar venderla. Obvio, primero a ellos para hacer la prueba. Así fue como empezamos con Pizzas Pablo”, asegura él.
En Argentina, el acto simbólico de comer pizza tiene el mismo valor que para los mexicanos el de comer tacos. Allá, como acá, la comida callejera representativa es un orgullo nacional que reúne y reconcilia.
“Antes de nuestro negocio, yo había hecho máximo un par de pizzas yo solo. Eso sí, crecí observando cómo lo hacían mis padres y abuelos. Estando en México, y con todo lo que para alguien como yo significa una rebanada de buena pizza, la idea de comenzarla a preparar de forma regular no me pareció mala”, cuenta Pablo.
Luego de la fase inicial de venta sólo con la familia, él y Elisa escogieron un nombre para el proyecto, crearon un logo y comenzaron a pasar la voz. Con el paso del tiempo les ha empezó a ir mejor.
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La receta de la masa de las pizzas es de la mamá de Pablo; la salsa de la base se cocina a la usanza argentina, con especias italianas, productos orgánicos y una porción de servicio más grande que a la que estamos acostumbrados en México. Lo que ambos pretenden es servir pizzas caseras de tamaño mediano, que sepan a un domingo por la noche cualquiera en la familia bonaerense de Pablo.
La carta de la pizzería se ha nutrido poco a poco. Tienen la clásica de salsa casera con mozzarella y orégano, una napolitana, margarita, de salami italiano, prosciutto, cuatro quesos, queso azul y la célebre fugazzetta, que se hiciera famosa tras el lanzamiento de Street Food Latinoamerica, en Netflix.
Venden igualmente tartas dulces de limón, Ricotta y chocolate, y el legendario tiramisú que preparaba su abuelo.
Si hay algo en lo que Pablo Pasti es experto, es en hacer cocteles. No por nada Limantour fue considerado, por el trabajo de todo el equipo, como el bar 10 del mundo, según la lista de los 50 Best Bars del 2019.
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En la carta de bebidas de Pizzas Pablo hay algo de la magia de Limantour. Cuenta lo mismo con Negronis, que Boulevardiers, Old Fashioned y un trago especial llamado The Guest, preparado con ron con el que el mixólogo trabaja desde hace tiempo. Estos tragos están pensados como aperitivos, y vienen en botellas de 250 ml, listos para beberse.
El negocio funciona todos los días con la modalidad de pick up, así como con entregas a domicilio de 12:00 a 22:00h. Las entregas se hacen de forma directa en la Roma y la Condesa, y si van más lejos, se pueden enviar por medio de plataformas de reparto, con costo adicional.
Dónde: Aguascalientes 34, colonia Roma, CDMX.
Teléfono: 55 3157 2204.
Cheque promedio: $300 – $350.
IG: @pizzas_pablo