Tragos de autor, vinos de todo el mundo, botanas para compartir al centro de la mesa y música memorable: así es Lava Music Bar.
Este nuevo hi-fi music bar del sur de la CDMX acaba de abrir con un concepto enfocado en la música de vinil, con una muy amplia carta de bebidas y botanas al centro, del chef Édgar Núñez. En una CDMX plagada de nuevos bares con vinilos, Lava Music Bar resulta una opción distinta: bien curada, bien ejecutada y con una oferta de comida y música que invitan a volver una y otra vez.
Si ya sabes dónde está el restaurante Sud 777, ya te sabes el camino para llegar hasta a Lava. Solo tienes que caminar unos pasos más y subir una escalera, para estar ahí. El sitio es pequeño, pero suficiente para lo que necesitas cuando vas: probar buenos drinks y picar algo al centro, mientras disfrutas de la selección de música del día o los sets especiales de los DJs invitados.
Seas o no melómano, te darás cuenta de lo distinto que se disfruta la música en Lava. Y no es fortuito. La razón es que la acústica del lugar está diseñada con esmero. El espacio y el sistema de sonido están personalizados para dar lo mejor de sí.
Te podría interesar: Conoce el hobby del chef Édgar Núñez en Behind the chef.
Ahora hablemos de la propuesta de comida y de bebidas. Para compartir al centro, no hay más: la ensaladilla rusa, las croquetas de serrano, las anchoas en aceite o la lata de sardinas que puedes probar con pan de la casa.
Las opciones son pocas y la razón es que se busca que tu atención esté realmente donde tiene que estar, sin precisamente sentarte a cenar. Por lo tanto, ir a Lava es un gran plan previo o para después de cenar en Sud 777.
La oferta de bebidas en Lava, eso sí, es amplia. De entrada, la carta de licores y destilados empieza con opciones de cocteles de autor en los que se incluyen estrictamente hierbas, frutos y flores frescas de la temporada, mezcladas con licores internacionales.
También tienen cervezas españolas, japonesas y hasta alemanas o checas. Hay sakes por copa y botella, muchos whiskys, ginebras, rines mexicanos y guatemaltecos, así como tequilas y varios mezcales de distintas partes de la república.
Quizá de lo que más nos gusta al ir a Lava Music Bar es su curaduría de vinos. Si estás indeciso de qué probar, ni te preocupes: hay por copa y por botella; blancos, tintos, rosados, espumosos y naranjas, lo mismo mexicanos que de Francia, Italia, Austria, España, Estados Unidos, Hungría o Argentina.
Te podría interesar: María Dolores, la cocina alta que Édgar Núñez llevó hasta Cancun.
Una vez que tengas un trago en mano, una botana sobre la mesa y te hayas entregado a disfrutar de la música que suena en la sala de Lava, podrás estar seguro de que se viene una noche memorable. Y qué bueno porque, ojo, vas a regresar.
Dónde: Blvrd de la Luz 777, Jardines del Pedregal, CDMX.
Cheque promedio: $1300 pesos por persona.