Visitamos las instalaciones de la fábrica de Bacardí para entender de primera mano el proceso de elaboración del ron, uno de los destilados más consumidos en el mundo.
Para comenzar vale la pena recordar que esta empresa lleva más de 150 años trabajando para crear un ron para cada momento.
Por ejemplo, uno suave y aromático es perfecto para la coctelería ya que su sabor se mezcla con otras bebidas, pero uno con más de cuatro años de añejamiento, que posee un aroma a frutos secos, se recomienda saborearlo solo o en las rocas.
Foto: FB
“Facundo Bacardi buscó obtener el control sobre el aguardiente cuidando la fermentación y la cantidad de melaza”, según Carlos A. Felici Argamasilla, Jefe de Asuntos Externos.
Una vez que obtuvo su primera destilación decidió hacerlo por segunda ocasión lo que lo llevó a obtener un producto “neutro” asumiendo que así se adquiría mejor las notas de la madera.
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De esta forma tenía dos destilados: el aguardiente con un sabor más dulce y éste último con un sabor seco.
Posteriormente, el fundador de Bacardí, decidió añejar los destilados por separado para después mezclarlos uno por uno… ¡y voilà!
Aquí se elabora el ron
Algo que hace relevante a la marca Bacardí no son únicamente sus productos también, la arquitectura que acompaña a todos sus edificios en el mundo. Particularmente en México en la planta ubicada en Tultitlán, Estado de México, que posee dos de las construcciones emblemáticas de los arquitectos Mies van der Rohe y Félix Candela.
Foto: Wikipedia
El edificio de oficinas fue diseñado por Mies van der Rohe y se terminó en 1961. Por otro lado Félix Candela diseño el área de envasado. Por estas obras arquitectónicas, la UNESCO propuso este lugar como Patrimonio Mundial el 20 de noviembre de 2001.
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Ahora que conoces el proceso para crear el ron perfecto, atrévete a probar un drink con Barcardí Carta Blanca como el clásico mojito o el daiquirí, pero si prefieres algo más tradicional, la cuba libre es lo mejor. ¿Y tú, cómo prefieres el ron?
