Protagonista de posadas y piñatas, esta fruta dulce y jugosa acompaña el cambio de estaciones y se ha convertido en una de las favoritas de los mexicanos.
Hoy en día existen tres variedades principales: Clementinas, las frutas que conocemos y típicas de la época decembrina; Híbridas, creadas de la mezcla con otros cítricos; y Satsumas, frutas japonesas más delicadas y con gran cantidad de jugo. Pero de dónde viene.
El origen de la mandarina
Esta fruta se mencionó por primera vez en el sigo 12 a.C. en Asia, pero fue hasta 1805 que Sir Abraham Hume trasladó mandarinas de Guangzhou a Inglaterra. Desde entonces su cultivo se ha extendido por las regiones cálidas, como Centroamérica, Marruecos, España, e Israel.
La mandarina ha evolucionado desde su ancestro milenario en el sudeste asiático – la mandarina que conocemos hoy es producto de la cruza de una mandarina salvaje y una naranja dulce.
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Beneficios de la mandarina
- Es un excelente antioxidante gracias a su alto contenido de vitamina C.
- Tiene una gran cantidad de agua y fibra, lo que ayuda a mantener el sistema digestivo en buenas condiciones.
- Es baja en azúcares y calorías, lo que la hace un delicioso postre libre de pecado.
- Limpia las toxinas del cuerpo y detiene la producción de colesterol, por lo que es una gran aliada para bajar de peso y reducir la presión arterial.
