Hace apenas unas semanas, el restaurante Las Quince Letras, de la chef oaxaqueña Celia Florián, así como el Grupo Castellano, lanzaron el Festival Salsas de Oaxaca, en el que unieron los sabores tradicionales de la gastronomía de México y España.
Por Joselyn Luna
Dicha iniciativa estuvo disponible en los restaurantes capitalinos Centro Castellano, Centro Histórico; Centro Castellano, Camino Real, así como Torre y Casa de Castilla, hasta el pasado 7 de octubre, con distintos platillos que en vez de presentar algunos clásicos de culturas aparentemente diferentes, en realidad hablaron mucho de lo que las une.
¿En qué consistió el Festival Salsas de Oaxaca?
Grupo Castellano es una familia que se caracteriza en el arte del buen comer y beber, con un estilo español. Fundado hace más de 60 años por Ricardo Vega Velasco, y de la mano del chef ejecutivo Mauricio López, ofreció una carta especial con opciones que demostraron la influencia española que existe detrás de algunas de las salsas más típicas de nuestro país.
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El restaurante Las Quince Letras, dirigido por la chef Celia Florián, es uno de los estandartes de la cocina más tradicional en el estado de Oaxaca. De igual manera, la chef preside desde 2015 la Asociación de Cocineras Tradicionales de Oaxaca. Su línea de investigación y trabajo sigue dicha línea, y aún así lo que propuso para el festival estuvo en concordancia total con la vena española de las sedes que la recibieron.
Estos fueron los tiempos
Una de las primeras opciones era una tostada de erizo y cangrejo azul, que podía acompañarse de una canoa de tuétano de res con quesillo y chapulines. Ahora bien, como platos principales había un amarillito de robalo y mariscos, un chile en nogada, un Short Rib con mole negro oaxaqueño y un lechón al horno en mole manchamanteles.
Como era de esperarse, tenía que haber una opción con arroz, a la usanza española. El chef Mauricio López preparó uno caldoso a la tumbada, acompañado con gambas y langostinos, a lo que la chef de Las Quince Letras agregó también su receta de caldo de piedra.
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Como postres se sirvieron marquesitas de queso manchego y ate, y una cascada de chocolate artesanal con sorbete de mandarina. Las opciones para maridaje eran vinos mexicanos de Casa madero y Monte Xanic.
Durante la presentación del festival, la chef Celia Florián aseguró que no hay mejor manera de demostrar el carácter universal de la gastronomía, que en eventos como ese, en el que las raíces culturales de las recetas quedan en evidencia de la mejor forma: sobre una mesa.
