Siempre que un restaurante que consideramos clásico busca renovarse y reinventarse, es digno de celebrarse. Es el caso de Emilio, una leyenda de comida española en la CDMX, que hace poco más de 10 años abrió con su terraza y vista privilegiada al icónico Parque Lincoln, de Polanco.
Hace poco Emilio anunció la llegada del chef Nicolás San Román al frente de sus fogones. Nicolás, originario de Madrid –aunque formado en restaurantes de San Sebastián–, renovó la oferta gastronómica del restaurante a través de un viaje culinario por distintas regiones de España: va lo mismo de tascas madrileñas, a hostales de La Mancha, bares de pintxos, las costas vascas y hasta los famosos chiringuitos andaluces.
La propuesta de este sitio ahora se centra en el uso de productos importados de alta calidad, que son la base de sus preparaciones contemporáneas y de platos clásicos reinventados.
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¿Con qué comenzar en el ‘nuevo’ Emilio?
Para no perder la costumbre española del tapeo, sugerimos empezar con pintxos o tapas. Son buen aperitivo la de foie casero con higos, su “pan tumaca” con pescado bonito del norte, o sus croquetas de jamón serrano.
Si eres fanático de los productos de esta tierra, te recomendamos ver su propuesta de Rincón Ibérico, que consiste en una sección especial y bien curada de quesos, embutidos y conservas.
Si buscas es algo más elaborado, Nicolás San Román creó un plato que está destinado a volverse un ícono de la carta: morillas con foie y trufa, un plato que recuerda la sierra madrileña y esa búsqueda de hongos de estación, preparados con salsas elaboradas y de sabores únicos.
De segundos y fuertes
También, siguiendo la tradición española de comida abundante y en varios tiempos, te recomendamos seguir con alguno de los arroces a la leña, mismos que son terminados en la mesa a fuego alto para que el socarrat –esa exquisita costra que se forma en el fondo de la cazuela cuando se cocina arroz como se debe– no pierda consistencia.
Nuestros favoritos fueron el arroz negro con pulpo, calamar y alioli, y el cremoso riojano con cachete y jamón. Tampoco te pierdas el falso risotto con crema de Manchego y aceite de trufa blanco.
Para la parte de los fuertes, el chef San Román trajo lo mejor de las costas y la tierra vasca: su txuletón prime de vaca vieja, asado a la leña, así como el lechón asado que conmemora la tradición del Duero. Si de peces se trata, tanto su robalo a la sidra, como su bacalao al carbón son garantía.
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Postres y vinos
Termina el festín en Emilio con unas clásicas torrijas o con la tarta vasca de queso ahumado con compota de frambuesa, misma que tiene un sutil terminado a la leña.
Como todo buen restaurant español, los vinos de La Rioja, Ribera del Duero, Rias Baixas, Castilla, Priorat y demás regiones españolas, están listos para ser maridaje ideal de los platillos mencionados. La carta de Emilio ofrece más de 50 etiquetas de vinos ibéricos.
¿Te animas a probar todo lo que ofrece este restaurante renovado?
Lo que más nos gustó
El txuletón prime de vaca vieja.
Tip
Si tienes dudas de los platillos españoles más tradicionales, así como del maridaje, pregunta al personal de servicio.
Fun fact
El restaurante debe su nombre a la calle del mismo nombre en la que se encuentra.
Dónde: Av. Emilio Castelar 107, Polanco, CDMX
Cheque promedio con vino: 800 pesos por persona.